El piano y la orquesta, en una permanente conjunción

Jorge Fontenla estrenará un concierto de su padre, con Valentina Díaz Frenot como solista.

MÚSICA AMABLE. El director ensaya el Divertimento; en el piano se lucirá la destacada solista argentina.  LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARáOZ MÚSICA AMABLE. El director ensaya el Divertimento; en el piano se lucirá la destacada solista argentina. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARáOZ
06 Noviembre 2013
"Tucumán tiene una significación especial para mí. Fue acá donde empecé a estudiar dirección orquestal en el Ismunt (Instituto de Música de la UNT) hace 14 años. Y la Orquesta Estable de la Provincia fue la primera que dirigí como invitado". Jorge Gabriel Fontenla agradece lo que le dio su particular profesión, la de dirigir orquestas y formar directores. En su carrera fundó la Sinfónica de San Juan, la Escuela de Música de General Roca y el Coro Universitario de Neuquén, y en 1999 fue galardonado con el Premio Konex 1999 como director de orquesta.

Esta vez, Fontenla vino a dirigir como invitado para estrenar una obra de su padre, el compositor argentino Jorge Fontenla, junto a Valentina Díaz Frenot. "Es una maravilla como pianista; vive entre Asunción y París, donde hace la mayor parte de su carrera", destaca.

"Leonard Bernstein afirmaba que la música tenía todo que ver con los profesores, porque tal vez en otras artes se pueda ser autodidacta, pero en música siempre le debemos algo a uno o a otro maestro", cita Fontenla, con motivo de que dedicará una Obertura de Brahms "a todos los maestros que trabajan día a día para hacer un mundo más tolerante y más pacífico".

Divertimento
"A mi padre, como fue un enorme pianista (y lo sigue siendo a los 85 años) le propuse que compusiera un concierto para piano y orquesta. Le puso el nombre de Divertimento, pero tiene la estructura de un concierto clásico para piano -explica-. Es una obra muy bella, con lenguaje contemporáneo, más bien tonal, con música muy amable, muy difícil rítmicamente. Mi padre tiene dos influencias de su juventud, uno es Gershwin y el otro es Ravel. Y los dos se filtran por momentos en el concierto". "Por ultimo tocaremos la Sinfonía en Mi bemol opus 99 de Haydn, preciosa, muy poco tocada", anuncia.

El legado
Fontenla (h) ya dirigió otras composiciones de su padre, quien desde 2008 le confió el estreno de las obras más complejas.

Su actividad más fuerte es la formación de directores, que es lo que le apasiona. Fontenla ha formado a directores en Argentina y en países limítrofes. Este año fundó una Escuela de Música Juan Carlos Sorzi (uno de sus maestros), da cursos anuales y clases particulares.

Sobre quiénes concurren a sus clases, el maestro señala: "hay gente que viene con una vocación definida, pero también hay instrumentistas, directores de coros, compositores, arregladores... Yo he vivido experiencias maravillosas, además, en lo humano. He conocido gente que ha enriquecido mi vida".

A la pregunta obligada de los referentes en materia de dirección, apunta: "tengo dos, con cuyos videos martirizo a mis alumnos a lo largo y ancho del país: Herbert von Karajan y Leonard Bernstein. Después viene una pléyade de grandes directores".

MAÑANA

• A las 22, en el Teatro San Martín (av. Sarmiento y Muñecas). Con entrada libre y gratuita


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