Dilema alemán: proteger o no al enemigo público de EEUU

Dilema alemán: proteger o no al enemigo público de EEUU

El Gobierno quiere hablar con Snowden para evaluar el alcance de la vigilancia a Merkel. Piden asilo político en Berlín para el ex técnico de la CIA y la NSA. No permiten que sea interrogado en Rusia

PREOCUPADA. Angela Merkel, canciller alemana, fue víctima de espionaje por parte de las agencias de EEUU. REUTERS PREOCUPADA. Angela Merkel, canciller alemana, fue víctima de espionaje por parte de las agencias de EEUU. REUTERS
04 Noviembre 2013
BERLIN.- El ex técnico de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU, Edward Snowden, abogó por la libertad de expresión y las sociedades abiertas en un manifiesto que publicó ayer el semanario alemán "Der Spiegel". "Quien dice la verdad no comete un crimen", sostuvo Snowden que, según la revista, escribió en su exilio en Moscú el 1 de noviembre y le hizo llegar a través de un canal cifrado.

En la publicación, se cita a personalidades de la política, la cultura y el deporte de Alemania que se pronunciaron a favor de otorgar asilo político a Snowden, quien criticó en su manifiesto que algunos gobiernos hayan reaccionado a sus revelaciones de los últimos meses sobre las prácticas masivas de espionaje de EEUU "con una campaña de persecución nunca antes vista".

El analista informático recordó "que la vigilancia masiva es un problema global que necesita soluciones globales" y demandó que la existencia de tecnología del espionaje no domine a la política. "Tenemos la obligación moral de velar por que nuestras leyes y valores limiten los programas de vigilancia y protejan los derechos humanos", urgió Snowden, y se mostró convencido de que esto sólo podrá conseguirse "a través de un debate abierto, sin contemplaciones y enfocado en la materia".

El antiguo técnico de los servicios secretos estadounidenses, que goza de asilo político temporal en Rusia, se ha mostrado dispuesto a ofrecer más información sobre las prácticas de espionaje de EEUU, según un escrito que entregó días atrás a un diputado alemán en Moscú.

Diálogo y retos

Sus revelaciones sobre el alcance y los métodos de la NSA, incluyendo la vigilancia de enormes volúmenes de tráfico en Internet y grabaciones telefónicas, enojaron a los aliados de EEUU, desde Alemania hasta Brasil. Apuntó que los planes de vigilancia criminales de los servicios secretos ponían en peligro la privacidad individual, la libertad de opinión y las sociedades abiertas.

Una vez revelado el hecho que EEUU espiaba a la canciller alemana Angela Merkel, el gobierno germano se mostró dispuesto a hablar con Snowden para evaluar el alcance del espionaje. Pero, como el ex empleado de la CIA y de la NSA no puede salir de Rusia para ir a Alemania, surge un problema diplomático, ya que el gobierno ruso no acepta que "se perjudique a EEUU" en su territorio.

Y acá comienza el gran reto del gobierno alemán. Está interesado en las informaciones de los servicios secretos de EEUU, pero por el otro rehúye la posibilidad de llevar a Snowden a su territorio, por temor a despertar la ira de la Casa Blanca, y no puede interrogarlo en Moscú.

Para el presidente ruso, Vladimir Putin, las cosas marchan bien de una u otra manera. Merkel, en cambio, enfrenta un dilema. Y de momento, la canciller alemana se comporta como en otras ocasiones similares: por lo pronto, calla. (DPA)

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