Catto Emmerich: "La dignidad no se negocia"

Catto Emmerich: "La dignidad no se negocia"

El actor y conductor cuenta como pasó estos dos meses desde que fue despedido de Canal 10. Anunció su vuelta a la TV, en Canal 8, y aceptó hacerse una autocrítica.

SIN EUFEMISMOS. Catto no evadió preguntas sobre su desvinculación con la televisora estatal. LA GACETA SIN EUFEMISMOS. Catto no evadió preguntas sobre su desvinculación con la televisora estatal. LA GACETA
27 Octubre 2013
Sincero. "Lo que me pasó fue un cimbronazo. Estuve 20 años en Canal 10. Y nadie puede decir tan fácilmente 'ya está, es un trabajo, la vida sigue'".

Crítico. "Hasta hoy no entiendo por qué me despidieron. Y quisiera saberlo. En la carta documento que me mandaron no había explicaciones".

Irónico. "Pasé por tantos estados de ánimo en este tiempo que un grupo de terapeutas se hubiera hecho una fiesta conmigo".

Agradecido. "Una vez que conté lo que había ocurrido, me bañó una tormenta de amor. Recibí más de 3.000 mensajes de gente que se solidarizó conmigo".

No hay frase en que no haga alusión al tema. A casi dos meses de su abrupta salida de la televisión local -este era el tercer año consecutivo en que conducía "DíaxDía"-, Catto Emmerich parece dispuesto a hablar largo y tendido al respecto. Distribuirá responsabilidades, formulará mensajes elípticos, hará una estricta autocrítica. Y al final, como en los cuentos de niños, anunciará un final feliz: en 2014 se reencontrará con la TV de sus amores, aunque esta vez en la que hasta ayer era su vereda del frente, Canal 8. Allí, junto con Silvina Saleme Posleman, será la cara de un magazine que posiblemente competirá con "DíaxDía". Pero es mejor que él cuente las cosas desde el principio:

- ¿Cómo te sentiste en estos dos meses?

- Pasé por todos los estados... Al principio sentí bronca; luego desilusión, tristeza y pena. Pero después fui sintiendo fuerza, ganas, esperanza y mucho amor, aún siento el cariño. Pero sí, el despido fue un cimbronazo. Me dolió y me afectó de varias formas. En lo anímico porque era un programa que me gustaba y que estaba afianzándose, algo que es increíble en Tucumán, donde no suelen afianzarse los ciclos. En lo laboral porque, al no estar en el aire, otras empresas no te ven y entonces no te contratan. Y en lo moral porque se dijeron cosas que no son ciertas.

- ¿Cómo te anunciaron que estabas despedido?

- Me llamaron cinco minutos antes de que terminara el último programa de agosto y el que estaba por asumir como representante del Poder Ejecutivo en el canal, Alejandro Laurnagaray, me dijo "hay un problema gravísimo con vos. Oscar Fiorito -presidente del directorio- no quiere que sigas en el programa". Pregunté por qué y acá viene lo que aún no entiendo. "Porque le dijeron que dijiste cosas de él en los pasillos", me contestó. Luego, me preguntaron si estaba dispuesto a pedirle disculpas. ¿Disculpas por qué? ¿Por algo que no hice? No. Le di la mano, dije "gracias por todo" y me fui. Me sentí como un senador romano traicionado por sus pares. ¿Cómo una persona que no está en mi mismo horario se entera de lo que dije, si lo hubiera dicho? Alguien le llenó la cabeza. Es raro, todo muy raro. Me duele porque dejé un montón de amigos. A Mariana (Soler, otra de los conductores) la extraño horrores y sé lo que está sufriendo. Me duele que se la ataque injustamente; muchos le reclamaron que no haya renunciado después de mi ida, pero no se tiene que ir. La vida sigue, nadie es imprescindible. Y el programa debe seguir, de verdad lo apoyo. Mariana es linda, buena y se preparó para esto. A ella, que es la conductora, le deseo lo mejor. El otro chico -se refiere a Ceferino Décima, pero no lo nombra- acompaña. No es conductor ni periodista. Hace un personaje importante, que pegó muchísimo. Por ese lado lo felicito, pero nunca fui amigo de él y creo que nunca lo seremos. Somos de mundos distintos.

- ¿La decisión te tomó por sorpresa? En los días anteriores, escribiste tuits que denotaban cierta molestia...

- Uno siempre se imagina estas cosas. Yo me crié solo en la calle y cuando crecés en la calle, estás más preparado para el fracaso que para el éxito. Siempre jodo con mis amigos respecto de eso. Cuando ellos me dicen "qué éxito que tenés, cómo la estás levantando en pala", yo les digo "chicos, yo no me olvido que antes tuve 100 fracasos". En el canal ya se vivía un clima feo con el programa. Diego Viruel -quien también fue despedido, el mismo día que Emmerich- estaba haciendo un buen trabajo de producción; sin embargo, había un hostigamiento permanente contra él. Todo lo que hacía estaba mal para los presidentes del canal. También nos prohibieron agradecer a las casas de ropa que nos vestían y, si queríamos hacer una producción especial, nunca había cámaras o móviles. Entonces llega un punto en que te cansás y decís "quiero hacer un programa bueno". ¿Por qué no podemos hacer un programa bueno en Tucumán? Por todo esto: porque generalmente los que conducen los canales, no saben de medios. 

- ¿Por qué creés que se producía ese hostigamiento que denunciás?

- No sé, juro que no sé. Tal vez pensaban que el programa daba pérdidas, pero eso es algo que tenés que calcular antes de ponerlo al aire. No se arranca un ciclo para, a mitad de año, despedir a un conductor y al productor.

- ¿Te hacés alguna autocrítica?

- Sí, soy demasiado temperamental. A veces tengo que aprender a frenarme. No sé si eso es un defecto, aunque en este caso lo fue. Tendría que aprender a callarme. No me sale ser forro: cuando algo no me gusta, lo digo, y si no lo digo, pongo cara. Ese es mi problema y hay mucha gente que cree en eso de que hay que ser políticamente correcto. Yo sólo soy políticamente correcto al aire porque esa es mi obligación, porque soy comunicador. Y también pasa otra cosa: acá se confunde lo ordinario con lo bizarro. Diego Capusotto es bizarro, Benny Hill es bizarro... Pero entre las cosas que me pedían hacer, había algunas que eran ordinarias y yo no me prendía. Eso les molestaba, que no las aceptara, pero tampoco voy a hacer algo que no me gusta.

- ¿Qué hiciste al salir del canal, ese día?

- Una vez que me lo comunicaron, quise volver a despedirme de los televidentes, pero cuando me di vuelta, ya había empezado TV Prensa. Me fui a casa, reuní a mi familia, les conté todo y ellos me apoyaron, como siempre lo han hecho. Lloré... Y lo publiqué (en su cuenta de Twitter), porque antes de que se dijeran otras cosas, prefería declararlo yo. Inmediatamente comenzaron a llegarme los mensajes de apoyo del público. También me sorprendió gratamente el cariño, el reconocimiento y el respeto de mis colegas. Fue impresionante. En la calle la gente también me pedía que volviera. Hubo, de hecho, un intento de vuelta, pero yo negocio con mi hijo a qué hora sale y a qué hora vuelve: la dignidad no se negocia. No piso más ese canal ni ese programa.

- ¿En qué trabajos te apoyaste en este tiempo?

- Me echaron un viernes y al sábado siguiente tenía que actuar en el teatro con "Cancún". Mis compañeros de la obra no sabían nada, así que los senté y les conté. Nos dimos un fuerte abrazo grupal y después dimos una función tremenda. El teatro es mi vida, me apoyo muchísimo en él. Y también en la radio: todos los sábados a la mañana, hago "Agenda finde" en Radio Mix y me divierto horrores, al igual que en los sorteos de CCC.

- ¿Qué sigue ahora?

- Reestrenar "Cancún", el 2 de noviembre; nos fue muy bien con esa obra. Sigo con "Agenda finde" en la 93.1 y, en esa misma radio, voy a hacer un programa de lunes a viernes en la primera mañana, es decir, de 6 a 9. Me tengo que levantar a las 5, ¡qué horror! (risas) El programa se llamará "Mentime que me gusta" y saldrá desde el primer lunes de noviembre. Es un desafío porque habrá información, pero muy a mi estilo, con mucha joda. También sigo en CCC, donde todavía confían en mí... Y hay un proyecto muy lindo para hacer algo en Canal 8, con Saleme Posleman.

- ¿Nos contás de qué se trata?

- La idea es hacer un magazine, con contenido social, informativo, cultural y secciones como Deportes, Turismo, Espectáculo e Interior, entre otras. Creo que hacemos una linda dupla con Silvi, que es sin duda una de las mejores conductoras del norte, si no la mejor.

- ¿Cuán avanzado está el proyecto?

- Con Silvina hemos tenido varias reuniones, fuimos tirando ideas y escribiéndolas. Ya hablamos con la gente de Canal 8. Faltaría que Telefe nos mande la grilla del año que viene para ver qué horarios están disponibles. Nosotros queremos a la mañana o a la siesta; aunque en realidad lo que más me importa es volver a la TV. Es más, tengo intenciones de arrancar en enero, me gustaría mucho hacer un programa de verano. Es probable que este mes tengamos más definiciones.

- Si el programa va a la mañana, ¿cómo te sentirías compitiendo con DíaxDía?

- ¿Seguirá DíaxDía? Ojalá siga. Y ojalá compitamos, pero con buena onda. Jamás, estando en Canal 10, le tiré mala onda al 8. Nunca jodí con el rating, ni cuando nos daba bien, ni cuando nos daba mal. Eso por la simple razón de que Tucumán es chiquito y nos conocemos todos. Tengo muchos amigos en el 8 y no me sentiría bien diciendo "te gané". Esto no se trata de ganar, sino de hacer lo que te gusta y hacerlo bien. Yo no competiría, sino que me sentiría feliz. Imaginate: "Los Primeros" y "A las 7"; "DíaxDía" y este programa; y los dos informativos. Tenés seis programas locales, desde las 6 hasta las 14. Sería maravilloso.

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