Problemas de salud en la web del "Obamacare"

Los estadounidenses se encontraron con errores en el sitio oficial y no pudieron inscribirse en los nuevos seguros de enfermedad. La potencia más poderosa del mundo no puede solucionar el inconveniente informático que pone nervioso a Barack Obama. Marco Mierke | Agencia DPA

UN ENIGMA. Los estadounidenses potenciaron en las redes sociales una consigna: quién es la joven que aparece en el sitio de la reforma sanitaria.  HEALTHCARE.GOV UN ENIGMA. Los estadounidenses potenciaron en las redes sociales una consigna: quién es la joven que aparece en el sitio de la reforma sanitaria. HEALTHCARE.GOV
26 Octubre 2013
WASHINGTON.- Un fiasco, un desastre, una vergüenza: una fallida puesta a punto de la página web de la "Obamacare" ha dado un inicio funesto al proyecto estrella del presidente Barack Obama, su reforma sanitaria, ya que muchos estadounidenses se encontraron con numerosos errores y no pudieron inscribirse en los nuevos seguros de enfermedad.

La potencia más poderosa del mundo quiere vender algo: "El producto es bueno, muy bueno", asegura. "La gente puede ahorrar dinero y hay una demanda masiva". Obama promocionó su nuevo seguro de enfermedad, en el marco de su reforma sanitaria, con gran bombo ofreciendo inscripciones en un número telefónico puesto en funcionamiento las 24 horas: "el número es 1-800-318-2596 ", dictó paciente y en dos ocasiones, para que a todos les diera tiempo a escribirlo.

Para muchos fue un espectáculo vergonzoso el que se vivió a comienzos de la semana en los jardines de la Casa Blanca en Washington: durante media hora parecía que el presidente de la principal potencial del mundo se hubiera rebajado a la televenta para suavizar un enorme patinazo, después del mal inicio del núcleo de su reforma sanitaria.

La web, en la que millones de estadounidenses debían inscribirse desde el 1 de octubre, "no funciona como debería", explicó Obama. Otros hablaron de fiasco, desastre, vergüenza. Y es que la gran mayoría de los visitantes de la web recibieron frustrantes informes de errores y sólo una parte pudo registrarse y muchos menos cerrar un contrato. Y al final, la web acabó proporcionando datos equivocados a las aseguradoras.

Por eso, el primer presidente estadounidense "de internet", con 38 millones de seguidores de Twitter y 37 millones de amigos en Facebook, acabó llamando a los estadounidenses a utilizar el teléfono o rellenar formularios en papel, mientras se repara la web «HealthCare.gov», cuya puesta a punto llevan preparando desde hace años más de 50 empresas privadas con un costo de 500 millones de dólares (más de 350 millones de euros). "Estamos haciendo todo lo posible para poner en funcionamiento lo antes posible la web".

La decepción

Pero la decepción es grande. ¿Cómo puede ser que el gobierno del país en el que se fundaron Amazon, Facebook, Google y Apple permita que su proyecto estrella se deje en un segundo plano? "En el siglo XXI no es tan complicado poner en funcionamiento una página web en la que la gente pueda comprar algo", se burló el senador republicano Marco Rubio.

"Envíe al Air Force One a Silicon Valley y llénelo de gente inteligente. Llévelo a Washington y solucione el problema", aconsejó a Obama el que fuera su contrincante electoral en 2008, el senador John McCain.

Y es que lo que en otro país no hubiera pasado de ser una anécdota de fallo burocrático, para Obama se ha convertido en un auténtico drama: porque la reforma sanitaria no es sólo su proyecto estrella, por el que luchó duramente en sus primeros años en el cargo y que le hizo agotar mucho capital político. También fue recientemente el desencadenante del cierre del gobierno que duró 16 días y de la bancarrota en la que estuvo a punto de caer el país.

Los republicanos en la oposición bloquearon el presupuesto estatal y la subida del techo de deuda para obligar a Obama a aplazar la introducción de la obligación de tener un seguro de enfermedad. Pero perdieron porque el presidente permaneció firme en la defensa de su proyecto. Sin embargo, ahora el retraso de ese proyecto no se debe a los republicanos, sino a problemas técnicos.

Y lo que convierte la historia en aún más increíble es que nadie advirtió al presidente de problemas antes del lanzamiento de la web el 1 de octubre, según citó la emisora CNN a la secretaria de Sanidad, Kathleen Sebelius. Tampoco ella fue informada de que a finales de septiembre unos test habían descubierto graves problemas. La oposición exige su dimisión.

El fallo ha permitido que el triunfo de la semana pasada de Obama se convirtiera en papel mojado: la oposición no sólo vuelve a hacer chistes a su costa, sino también a tomar aire en la lucha contra la "Obamacare". El senador Rubio ya ha propuesto una ley que suspendería la obligación de tener seguro médico hasta que la web funcione durante meses seguidos sin fallos.

Argumenta que no se puede obligar a los ciudadanos a hacer algo que es técnicamente imposible. La Casa Blanca rechaza la propuesta por considerarla precipitada, pero ya no es algo impensable y el tiempo apremia. En un año, siete millones de ciudadanos deben estar asegurados por la "Obamacare" y el gobierno no se atreve a decir cuántos están asegurados hasta ahora.

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