Matías Carabajal conoce el camino al cielo

Matías Carabajal conoce el camino al cielo

Sin decirlo, Carabajal habla del "decano" con la confianza que sólo entrega un equipo con intención de ascenso.

Matías Carabajal conoce el camino al cielo
22 Octubre 2013
Hijo pródigo de la Capital del Tomate, allá en Fraile Pintado, Jujuy, Matías Carabajal se siente un agraciado de haber elegido una carrera eléctrica como el fútbol. Entre buenos y malos momentos, "Moro" rescata su actualidad y la de un Atlético en ascenso y seguro, según jura, de sus condiciones en esta B Nacional tan atractiva y despiadada.

El día posterior al 2-0 sobre Huracán encuentra al volante central en la provincia. A diferencia de varios de sus compañeros, que aprovecharon para viajar, él confiesa haberse quedado para seguir cargando pilas para lo que viene: Banfield, el líder del certamen y futuro rival en la fecha 14, el próximo miércoles 30, a las 21.15.

"Va a ser un lindo partido. Vamos a jugar contra el mejor, contra el equipo que golea y no pierde. Podemos dar el golpe", asume riéndose de confianza. Sus argumentos son válidos. "En un torneo cambiante, en el que el último puede ganarle al primero, y donde la fricción es parte del común denominador de cada encuentro de la B Nacional, que dos equipos que proponen se enfrenten es muy bueno. Nosotros tenemos nuestras armas y podemos complicarlos. Y si no se puede, al menos debemos volvernos con un punto. Todo lo que entre en la bolsa, al final del campeonato va a servir muchísimo", explica un Carabajal manso, a diferencia del Carabajal iniciado como futbolista profesional. Ya no se altera con el diario del lunes, por ejemplo.

"Ja, sí. Antes era aun enfermito. Compraba el diario y recortaba los comentarios y las formaciones. Hasta que un día me cansé. No entendía cómo podía que ser que me calificaran con 4 cuando había jugad muy bien, y que después me pusieran 6 cuando yo me veía con 4. Al final, pensaba: 'estos tipos no van a la cancha', ja, ja". Y si de sinceridad se trata, "Morocho" acepta el 5 del domingo de LG Deportiva. "Sí, no aprobé como hubiera querido. En un momento me mandé una cagada fea y casi me muero (le entregó la pelota al rival en zona de gatillo). Yo me vuelo loco cuando cometo errores, tengo que solucionarlos cuanto antes", jura.

Pero así como él se vio con una nota menor al seis, Matías aprueba al grupo con 10. "Tuvimos nuestros momentos, era el partido ideal. Era una partido chivo por lo sucedido en una semana en la que se dijeron muchas cosas que, te aclaro, a nosotros no nos llegaban. Eran los tres puntos que necesitábamos para seguir prendidos arriba, donde siempre me imaginé estar con este grupo. Sobra categoría", aplaude "Moro" y agradece el reconocimiento del público.

"Que te aplauda el hincha significa que valora nuestro esfuerzo", dice, y solito encara un tema tabú: el de jugar bien o mal. "Se habla tanto de eso... Prefiero jugar mal y ganar. Ojo, tampoco sé que es jugar bien. Nosotros presionamos arriba, intentamos llegar por los costados y tratamos de ser agresivos. ¿Eso es jugar mal? Creo que no".

No le agrada la polémica, tampoco del quilombo, como le gusta decir. "No hay que dramatizar tanto, hay que darle para adelante. Lo importante es que nosotros estamos unidos ", bloquea los rumores "Moro" y vuelve imaginariamente a su amado pueblo, donde es uno más, pero... "Nada de creerme un fantasma y hacerme lo que no soy, ja. Salgo con mis amigos y hago una vida normal. Lo malo es que soy muy suelto. Cada vez que me piden una camiseta, si tengo, la regalo. Lamentablemente hay gente a la que me cruzo dos veces al año. Una, cuando me piden la camiseta, y la otra cuando se las entrego. Después, parece que se los traga la tierra, ja".

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