Prohíben dar misa en Tucumán a un cura taficeño que vive en Perú

Prohíben dar misa en Tucumán a un cura taficeño que vive en Perú

"El padre Luis Bejar nunca pidió autorización", dijo el arzobispo Alfredo Zecca. El párroco de Cristo Divino Obrero recibió amenazas por parte de algunos fieles .

19 Octubre 2013
Dos confusas situaciones quiebran por estos días la paz en la comunidad parroquial de Cristo Divino Obrero de Tafí Viejo. El nuevo párroco, el padre Enzo Romero, recibió varias amenazas por parte de algunos feligreses, que no quieren el alejamiento del párroco anterior, el carismático sacerdote Julio César Albornoz, que ocupó el cargo durante 48 años. Albornoz se acogió a la jubilación, prevista a partir de los 75 años por el Derecho Canónico.

Por su parte, el presbítero Luis Humberto Bejar, oriundo de Tafí Viejo, se sumó a los reclamos del grupo de fieles que piden la continuidad del padre Albornoz (a través de Facebook). También anunció que oficiará una misa "macroecuménica" hoy a las 18, en el club Tiro Federal de Tafí Viejo (al lado de la parroquia Cristo Divino Obrero). Pero ocurre que el padre Bejar pidió su excardinación (traslado) de la Arquidiócesis de Tucumán en 2003, y se fue al Perú a ejercer su ministerio. El arzobispado envió un comunicado en el que aclara que Bejar no pidió autorización alguna para oficiar la misa y, por ello, exhorta a la feligresía a abstenerse de participar en la celebración convocada por el sacerdote.

Ante este panorama, LA GACETA fue a la casa donde vive actualmente el padre Albornoz, a pocas cuadras de la parroquia. Sin embargo no lo encontró. "El padre está de vacaciones, se fue a Las Termas", contestó una señora que prefirió no dar su nombre. "Sólo le puedo decir que el padre en ningún momento movilizó a la gente. El padre Julio acepta todo lo que decida el padre Enzo, porque ahora él es el párroco", dijo la mujer.

"Lo que yo sé es que el padre Julio quería dar misa en la capilla de Nuestra Señora del Huerto (Thames 95), pero el padre Enzo le dijo que no, que vaya a la parroquia a oficiar la misa, porque iba a dividir a la comunidad", contó.

La versión fue confirmada por el mismo padre Enzo Romero. "No sólo le pedí que venga a oficiar misa en la parroquia, sino que además viva en la casa parroquial para que nos hagamos compañía. Él al principio dijo que sí, pero después se fue a vivir a la casa de otra familia", dijo el sacerdote.

"Me entristece esta situación de división, veo una resistencia a la autoridad del obispo", se lamentó. Se refería "al entorno del padre Julio, a personas que decían protegerlo, pero en el fondo vivían de la parroquía, estaban enquistados allí", afirmó. El padre Enzo recibió varios insultos telefónicos y amenazas. También le dejaron excremento humano y la leyenda "cura garca" en la puerta de la iglesia.

El 1 de agosto de este año, cuando todavía no había asumido el padre Enzo (el 29 de agosto) el arzobispo le pidió por carta al padre Albornoz que libere a la casa parroquial de todo ocupante o residente. Aclaraba, sin embargo, que él podía quedarse a vivir allí, si así lo deseaba. El padre Julio prefirió irse.

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