Se mostraron satisfechos, pero también prudentes, porque no cuentan con un papel firmado, sino con un compromiso de palabra. Según alumnos del programa Permanente para Adultos Mayores (EPAM), el rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Juan Alberto Cerisola, les aseguró que el año que viene los talleres y cursos del EPAM se dictarán en el inmueble de Muñecas 436, donde en la actualidad funcionan dependencias de la Facultad de Derecho.
En la mañana de ayer, medio centenar de alumnos de este programa -que depende de la Secretaría de Extensión de la UNT- se manifestaron en el Rectorado (Ayacucho y La Madrid). La movilización se enmarcaba en el plan de lucha que iniciaron desde el 23 de septiembre, cuando LA GACETA hizo público que el Rectorado había modificado la finalidad de un local.
En efecto, en 2009, mediante la resolución 0069/009, Cerisola autorizó la compra de un inmueble en el microcentro para que funcione como sede del EPAM. Ese edificio, luego, fue destinado a Derecho. Actualmente, los talleres del programa se desarrollan en el complejo de la ex usina de Agua y Energía, sobre la avenida Sarmiento al 1.000. En la resolución 0069/009, unas líneas manuscritas preceden la firma del rector. Estas frases, presumiblemente escritas por Cerisola, expresan: "se aprueba la compra para los fines expuestos en el presente expediente". Es decir, la casa debía ser usada exclusivamente para el EPAM.
"El rector dijo que nos devolverá (el local de) Muñecas 436. Llegaron a un acuerdo para apurar las obras en Derecho, para que se trasladen allí el Decanato y las oficinas que hoy funcionan en la Muñecas", contó Marta Dip, una de las alumnas del EPAM. Añadió, sin embargo, que Cerisola no dio fecha probable: "nosotros pedimos que, por lo menos, se hagan los arreglos para nuestras necesidades para que comencemos allí el ciclo lectivo de 2014". Dip agregó que el rector también se comprometió a mantener abierta la ex usina.
Sin papeles
Dip advirtió, sin embargo, que no se llevaron el compromiso por escrito del Rectorado. "Tenemos sólo su palabra; y la verdad es que estamos cansados de palabras. Él se comprometió y nos autorizó a darlo a conocer a nuestra asamblea y a los medios. Preferimos creer que va a cumplir con la promesa", indicó.
Aclaró que hasta la tarde de ayer no habían comunicado a la asamblea las novedades: "representamos a 1.000 personas mayores". Y aunque se mostró feliz, reconoció que antes se habían ilusionado con otros anuncios. "Estamos muy contentos. Es la primera vez que tenemos respuestas; pero ya antes nos habían inflado globos de colores, que luego se pincharon. Esperemos que este no sea otro globo más. Hemos luchado mucho, con mucho esfuerzo: no somos personas de 20 años, tenemos de 60 en adelante", manifestó.
La lucha fue lo que más reivindicó Dip. De hecho, el mayor contento no proviene del haber conseguido que restituyan para el EPAM una sede céntrica -hasta el año pasado funcionaba en Virgen de la Merced (ex Rivadavia) 417-, sino de haberlo obtenido con la organización. "Nuestra satisfacción más grande es que le dimos un ejemplo a los jóvenes, a nuestros hijos y nietos. Los jóvenes que nos vieron nos han aplaudido; nos dieron su afecto y nos desearon fuerza para que sigamos adelante. Y nosotros no nos hemos quedado con brazos cruzados, sino que hemos luchado por nuestros derechos. Con Cerisola o sin él conseguiremos lo que es nuestro", prometió.