Al centro la derecha
Antonio Domingo Bussi fue militar, represor y condenado por homicidio; fue un poderoso candidato en Tucumán, gobernador y frustrado intendente de la capital; fue investigado, juzgado y sentenciado a perpetua por cometer delitos de lesa humanidad. Curioso fenómeno en estas tierras el del entrerriano, que sembró el terror y cosechó miles de votos. ¿Se puede mencionar su nombre o mostrar su imagen sin remitirse a valores antidemocráticos? La Justicia federal entiende que, en tiempos electorales, eso es imposible.

Ricardo Bussi, que estaba utilizando la foto de su padre en sus spots televisivos para diputado nacional, deberá buscar otro recurso para reforzar sus usuales promesas de "orden" y "seguridad". El heredero de FR colocaba ese ícono probablemente por convicción; a la vez, le servía como punto de anclaje para retener el electorado bussista. En esta recta final, el legislador de derecha no podrá mostrar la imagen de su progenitor para captar votos; pero, al menos, quedó en el centro del escenario político. Después de todo, ese es el objetivo de cualquier campaña.

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