Diversión, consumo de alcohol y boliches

10 Octubre 2013
La noche, la diversión, los boliches y el consumo de bebidas alcohólicas suelen ir generalmente de la mano, especialmente entre los jóvenes y adolescentes. Y aunque es tan antiguo como el hombre, no es dañino en sí mismo, pero sí lo es el exceso. En las últimas décadas, el consumo de bebidas alcohólicas se ha extendido en la sociedad, especialmente entre los adolescentes y jóvenes; son diversas las causas. En nuestro suplemento "Nosotros lo hicimos", un grupo de alumnas de la Escuela y Liceo Vocacional Sarmiento trabajó sobre la noche tucumana y las implicancias del cierre de los locales bailables a la 4 AM.

Uno de los inconvenientes es que no hay boliches para menores de 18 años, en los que no se consuma alcohol. Ello los lleva a valerse de documentos falsos o prestados para poder ingresar. Un empresario del rubro dijo que habría bastante demanda de público si se instalara un boliche para chicos, pero si este respetara todas las normas fracasaría. "Al ser para menores no puede vender alcohol, por lo que nadie va a querer ir. Un lugar montado con toda la infraestructura, con todas las comodidades, para un público de entre 15 y 17 años que no sabe qué hacer, que vaya y que no pueda comprar alcohol, no va a funcionar. Porque lamentablemente existen lugares a donde el público va y están al margen de la ley donde te venden alcohol, entonces van a elegir todo lo irregular y el boliche montado como la ley manda se va a fundir. Así funciona Tucumán, todo lo que sucede a nivel legal favorece al irregular", afirmó el propietario de tres boliches y de bares.

Según un joven entrevistado, el consumo de alcohol parte de la noche de un adolescente aunque sea dañino. "Deben prohibir el ingreso de los menores a los boliches habilitados para vender alcohol porque al ser más chicos no se saben controlar y piensan que todo es un juego", señaló.

Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo nocivo de bebidas alcohólicas causa 2,5 millones de muertes por año. Unos 320.000 chicos, de entre 15 y 29 años de edad, mueren por causas relacionadas con el alcohol, lo que representa un 9% de las defunciones en ese grupo etario. Un relevamiento realizado en 2009 sobre un universo de 100.000 alumnos de EGB 3 y del Polimodal de Tucumán, reflejaba que la sustancia más consumida era el alcohol (más del 70%).

Da la impresión de que resulta difícil divertirse sin beber alcohol. Generalmente, los chicos toman para evadirse de la realidad, para ser aceptados en el grupo, para sentir que son mayores o para emularlos a estos o porque están incentivados por la publicidad. Como se sabe, el exceso influye perniciosamente en el desarrollo mental y en los hábitos de estudio.

Un papel importante lo tienen de los padres, que deberían realizar un seguimiento constante de lo que hacen sus hijos y si regresan alcoholizados al hogar, mucho más si se trata de menores de edad. La ley 7.740, conocida como 4 AM, sigue ocasionando serios problemas porque genera un bache entre las 4 y las 6 de la mañana (cuando comienzan a circular los ómnibus), en el cual los chicos están a la deriva, y se producen peleas callejeras, padecen asaltos o van a las fiestas ilegales conocidas como "afters", donde se consume sin control. El Estado debería abordar esta problemática desde distintos ángulos, partiendo de la educación, para revertir esta realidad y cuidar la salud física y mental de nuestros adolescentes y jóvenes.

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