Si aprendés primeros auxilios podrás ayudar a salvar vidas

Fuera del entorno sanitario, la participación de los ciudadanos es esencial. Se puede lograr que sobreviva un 20% de los pacientes

TÉCNICA BÁSICA. Los enfermeros Daniel Jiménez y Hernán Fernández explican cómo se debe hacer un RCP. TÉCNICA BÁSICA. Los enfermeros Daniel Jiménez y Hernán Fernández explican cómo se debe hacer un RCP.
07 Octubre 2013

Una mano sobre la otra, con los dedos entrecruzados. Los brazos extendidos y con el peso del cuerpo empezás a hacer presión sobre el tórax. Así podés comenzar una maniobra de reanimación cardiopulmonar o RCP. Con estos datos básicos y con tus manos podés ayudar a que sobreviva un 20% de los pacientes que atiende Emergencias fuera de las áreas sanitarias. Es decir, con tus manos podés salvar a alguien antes de que llegue la ambulancia. ¿Estás dispuesto?

Según Juan Palavecino, subdirector de Emergencias del Siprosa, varios trabajos de investigación internacionales sugieren que si se inicia la reanimación cardiopulmonar básica dentro de los primeros 4 o 5 minutos, la posibilidad de sobrevida de la persona que sufrió un paro mejora en dos de cada diez casos. "Probablemente podés sacar a un paciente de un paro, pero si no llega la ambulancia no va a continuar esa sobrevida. El paciente necesita elementos avanzados, como suero, medicación especial, debe ser monitorizado e internado en cuidados intensivos donde den solución al problema", resaltó Palavecino.

Según los especialistas, no hay impedimentos para que toda persona haga un RCP espontáneo, aunque se recomienda que se realice una práctica en organismos habilitados. "La reanimación cardiopulmonar básica se puede enseñar a chicos desde los 7 u 8 años. Mi hija Irupé aprendió a hacerlas. De hecho, hay una Ley que incorpora en la currícula escolar secundaria el aprendizaje de técnicas de RCP. En Tucumán probablemente se aplique el año que viene. Ya tuvimos las primeras charlas con gente del Ministerio de Educación", resaltó Palavecino. De incluirse esta Ley en la currícula de las escuelas la formación, no demandaría más de dos horas por año en cada curso.

Un caso que demuestra la importancia de que las personas de cualquier edad aprendan técnicas de emergencias y las apliquen ante situaciones de riesgo, es el de José Manuel Suárez Barrio, de 12 años. Su historia fue publicada en nuestro diario el 27 de septiembre: allí se describe cómo el niño de Concepción salvó con técnicas de reanimación a su hermano Hernán Darío, de 11, luego de una descarga eléctrica. El padre de los chicos, que es enfermero, les había enseñado unos consejos de emergencia. Por los masajes y la respiración boca a boca, luego de recibir asistencia médica, Hernán se recuperó totalmente.

La Asociación Americana del Corazón publicó en su guía 2010 un cambio significativo para aplicar las técnicas de reanimación: desde ese año la secuencia ABC (apertura de vía aérea, ventilación boca a boca y por último el masaje cardíaco) sería modificada por la CAB (masaje cardíaco primero, apertura de vía aérea y por último respiración boca a boca). La razón para el cambio fue que la gran mayoría de los casos que necesitan reanimación se trata de paros cardíacos producidos en adultos. Por ello, en estos pacientes los elementos iniciales fundamentales, según este organismo internacional, son las compresiones torácicas y la desfibrilación precoz.

Paso a paso

1 Comprueba su estado 

Luego de asegurarte tu seguridad y la de la persona que está en el piso, tomalo de los hombros y preguntale qué le pasó. Así lo estimulás verbalmente y manualmente a la persona. Si no contesta, iniciás el segundo paso.

2 Pedí ayuda 
Marcá en tu teléfono el número de Emergencias (107) o el 911 (nuevo número de la Policía). Pedile también a otro transeúnte que te ayude y levante el mentón del paciente. Así despejás su vía aérea. 

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Masajes cardíacos 

Brazos extendidos y dedos cruzados, se presiona en el centro del tórax con el talón de la mano. Deprimir el esternón de 3 a 5 cm. Hacer 30 compresiones. Con los neonatos se comprime con dos dedos. 

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4 mirá, escuchá, sentí
Luego de las 30 compresiones, comprobá si respira o no. Ubicá tu cara cerca de su cabeza y utilizá la mnemotecnia MES: miro, escucho y siento. Mirás si el pecho se eleva, escuchá y sentí la entrada de aire.

boca a boca 

Si no respira, iniciá maniobras de ventilación boca a boca. Tapá con una mano las fosas nasales, con la otra abrí la boca y hacé dos ventilaciones. Luego, los masajes. Hacé cinco veces esto y reevaluá su estado.

Posición de seguridad 

Si respira, acomodá el cuerpo hasta que llegue la ambulancia. Extendé su brazo como en la foto, al otro llevalo a su oído contrario, flexioná su pierna izquierda y llevá su cuerpo hacia vos. Así evitás que se vomite.

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