Por Guillermo Monti
27 Septiembre 2013
OTRA VEZ EN ACCIÓN. A Chávez Jr. sólo le interesa pelear con Martínez.
Parece mentira. Ya transcurrió más de un año desde que "Maravilla" Martínez vivió su gran noche en Las Vegas y Julio César Chávez Jr. mordió el polvo. Después se descubrió que el mexicano había consumido marihuana y lo suspendieron. Volaron las hojas del almanaque y de repente tenemos a Chávez nuevamente sobre el cuadrilátero. Mañana enfrentará en Carson (California) al estadounidense Brian Vera. Y como todo lo que hace el hijo del inolvidable multicampeón está barnizado por la polémica, en este regreso las dudas pasan por su condición física.
Chávez llegó a la pelea desbalanceado y la báscula, implacable, lo obligó a pautar el combate en supermediano. Una categoría por encima del peso en el que reina Martínez. No le gustó al promotor Bob Arum ni a la prensa mexicana, que si dudaba de las chances de Chávez contra el mejor mediano, ahora directamente pone el grito en el cielo. "Tranquilos, muchachos -retrucó el ex monarca-. Voy a ser campeón en las dos categorías". Mmmm...
No debería tener problemas Chávez para deshacerse de Vera (23-4, 14 KO), un segunda serie que se sacó la lotería en su última presentación, cuando una herida sufrida por Donatas Bondarovas le dejó servido en bandeja el título OMB NABO de los medianos. Una de esas coronas que sirven para emprolijar rankings y abrir puertas. A Vera le permite ser fondista en un festival de gran cartel.
"Quiero la revancha con 'Maravilla' Martínez, haré el sacrificio que haga falta para pelear con él en 160 libras. El año pasado no me hizo nada, sólo los golpes normales de una pelea de 12 rounds.
Habríamos seguido otros 12 asaltos y nada hubiera cambiado". Chávez lanzó la bravuconada el miércoles pasado.
Hace unos días, en diálogo con "Olé", Martínez fue muy claro. "No me quedan muchas balas en la recámara", confesó, y colocó a Chávez y a Miguel Cotto como los candidatos a enfrentar a la hora del retorno. Eso dependerá de sus lesiones, pero -por ahora- descarta la posibilidad del retiro. Y deslizó que toparse con Chávez nuevamente lo motiva. ¿Se hará?
Chávez llegó a la pelea desbalanceado y la báscula, implacable, lo obligó a pautar el combate en supermediano. Una categoría por encima del peso en el que reina Martínez. No le gustó al promotor Bob Arum ni a la prensa mexicana, que si dudaba de las chances de Chávez contra el mejor mediano, ahora directamente pone el grito en el cielo. "Tranquilos, muchachos -retrucó el ex monarca-. Voy a ser campeón en las dos categorías". Mmmm...
No debería tener problemas Chávez para deshacerse de Vera (23-4, 14 KO), un segunda serie que se sacó la lotería en su última presentación, cuando una herida sufrida por Donatas Bondarovas le dejó servido en bandeja el título OMB NABO de los medianos. Una de esas coronas que sirven para emprolijar rankings y abrir puertas. A Vera le permite ser fondista en un festival de gran cartel.
"Quiero la revancha con 'Maravilla' Martínez, haré el sacrificio que haga falta para pelear con él en 160 libras. El año pasado no me hizo nada, sólo los golpes normales de una pelea de 12 rounds.
Habríamos seguido otros 12 asaltos y nada hubiera cambiado". Chávez lanzó la bravuconada el miércoles pasado.
Hace unos días, en diálogo con "Olé", Martínez fue muy claro. "No me quedan muchas balas en la recámara", confesó, y colocó a Chávez y a Miguel Cotto como los candidatos a enfrentar a la hora del retorno. Eso dependerá de sus lesiones, pero -por ahora- descarta la posibilidad del retiro. Y deslizó que toparse con Chávez nuevamente lo motiva. ¿Se hará?
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