Quiebre protocolar

Lic. Eugenia Limeses

Directora de la carrera de Diseño textil y de indumentaria de USPT 

Ha causado gran revuelo la aparición de la Presidenta en calzas en un acto en Ezeiza. El impacto de ver a una primera mandataria con un atuendo tan informal y cotidiano pareciera no cuadrar en los parámetros del protocolo y su investidura. Personalmente creo que la calza es una prenda nada sentadora, aunque cómoda ya que proviene de las tipologías deportivas. Cuando un elemento de la vestimenta se populariza tanto en su uso, se vuelve una especie de uniforme, todos la llevan y deja de ser lo que es la ropa para mí, una forma de expresión, una vía privilegiada de exponer la poética personal.

Profundizando la mirada sobre lo que fue noticia, hay un quiebre de paradigma en lo protocolar, en la nobleza, en los políticos, en la aristocracia, una tendencia generalizada a deshacerse del exceso de lujo y no ostentar en tiempos de crisis global. Así y todo, aún nos cuesta percibir a estos personajes vestidos como cualquiera de nosotros podría hacerlo, les exigimos un cuidado, un pensamiento sobre la indumentaria, y de algún modo necesitamos verlos ataviados de un modo diferente a lo cotidiano, y acorde a su rol. Quizás sea esto lo que haya movido tanto las aguas. Sólo me cabe preguntarme hasta qué punto la vestimenta, la ropa, esta segunda piel que separa nuestro cuerpo del mundo, es de vital importancia para la sociedad como elemento de comunicación, y motiva opiniones, sensaciones, críticas o aprobación, incluso una humilde, cotidiana y sencilla calza negra de algodón.