Jugar en canchas de goma

Los peloteros de Atlético y San Martín hacen furor en las fiestas de cumpleaños infantiles.

ESTÁN CHOCHOS. Los niños, fanáticos de Atlético, disfrutan dentro del castillo inflable decano durante una fiesta de cumpleaños en la capital tucumana. ESTÁN CHOCHOS. Los niños, fanáticos de Atlético, disfrutan dentro del castillo inflable "decano" durante una fiesta de cumpleaños en la capital tucumana.
12 Septiembre 2013
A veces, las grandes ideas aparecen de la nada, sin estímulo aparente. Otras, luego de una lluvia interminable y un largo proceso de descarte. La idea de Alfredo Alderete, surgió de otro grupo: el grupo de las ideas que deben salir o salir. Las que se paren con la presión de que tienen que funcionar sí o sí. Así fue como se le ocurrió alquilar peloteros (o castillos inflables) de Atlético y San Martín, un verdadero éxito entre los chicos.

Alfredo, de 44 años, trabajaba en un taller de frenos y el año pasado lo jubilaron. En su interior, sabía que con la pensión que iba a recibir no le alcanzaría para subsistir. Así fue como entró al negocio de la diversión para los más chicos. El hombre empezó con un pelotero normal, con gráficos de dibujos animados. Si usted fue alguna vez a una fiesta infantil, sabrá que los peloteros son como imanes para cualquier niño y hasta para los grandes. Sin embargo, él fue más allá: una charla con Samuel, su hijo, le abrió la cabeza. "¿Habrá peloteros de fútbol?", le preguntó. Averiguó y averiguó hasta que llegó a la respuesta: no había.

"Fui al fabricante, le compartí la idea de hacer uno de Atlético, me lo hicieron y lo tuvimos. Gracias a Dios estamos trabajando muy bien", dice Alderete, hincha de Atlético, pero cuyo fanatismo no le iba a hacer mella a su ambición comercial. "Primero hice el de Atlético pero sabía que sin uno de San Martín iba a perder la mitad de mis clientes", aseguró.

Entonces, con el dinero que consiguió después de vender el servicio en varias fiestas de cumpleaños, hizo hacer el del "santo", para que la fiesta fuese completa. "¡Mirá papá! ¡El pelotero del "santo"!", cuenta Alfredo que escucha de los niños cuando los ven. Sin embargo, no son los únicos que se emocionan. "Cuando voy a ponerlos el papá pide sacarse una foto con el pelotero siempre", explica Alderete. Además, su público ha variado radicalmente desde que los tiene. "Me lo piden chicas desde 15 hasta 20 años y en cumpleaños de 18 para varones también", asegura. Los fines de semana, difícilmente puede ir a la cancha con tanto trabajo pero invita a los chicos a las suyas. "Los chicos van con las camisetas puestas y los invitados que no son del mismo equipo, igual cuidan el pelotero", apunta.

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