LOS ANGELES.- A quienes se han regocijado con los catálogos de Victoria?s Secret en la última década, no ha pasado inadvertida una señorita de 1,80 metro, rubia, con ojos azules y felinos que sonríe de manera perfecta. La belleza en cuestión es Rebecca Romijn-Stamos, protagonista de "Mujer fatal", el último filme de Brian De Palma que acaba de estrenarse en la Argentina y que llegará a los cines tucumanos en los próximos días.
Fue precisamente por esta película que Rebecca se hizo famosa luego de volver loco a Antonio Banderas (su compañero en el filme) y poner en riesgo el matrimonio del actor con Melanie Griffith.
Claro que, después de ver la película, uno entiende a Banderas. De pronto, esos rumores que orillaron la realidad y que vincularon al latin-lover español con la espléndida e infartante rubia, se vuelven casi reales. Algo parecida a Griffith cuando era joven, Rebecca hizo varios trabajos breves en cine ("Austin Powers", "Rollerball" y Simone"), hasta que le llegó a sus manos el más importante, el de "Mujer fatal".
Escorpiana nacida el 6 de noviembre de 1972, la ex modelo y hoy actriz desciende de una familia de holandeses, lo que explica su exótico apellido Romijn (que se pronuncia Romain, según propias palabras). Comenzó su carrera como modelo en 1994 posando para marcas como Dior, hasta convertirse en el rostro -y el cuerpo- de Victoria?s Secret un año más tarde. Su cara y su figura conmocionaron de inmediato el mundo de las pasarelas, y fue considerada una de las personas más bellas del mundo por la revista "People" en 1995 y 1997. Poco después, en 1998, se casó con el actor John Stamos.
Su salto a la pantalla grande se dio, tras algunos papeles breves, en la primera "X-Men". Allí interpretaba a Mystique, una mutante azul capaz de tomar la forma de cualquier persona. Para el papel, Rebecca soportaba sesiones de body painting de ocho horas. Tanto en este filme como en su secuela, "X-Men II", la infartante rubia aparece completamente desnuda aunque pintada.
Dedicada por completo al cine, el maestro del thriller, Brian De Palma, la convocó para interpretar el protagónico de "Mujer fatal". Haciendo honor al título, la modelo interpreta a Laure Ash o Lily, una ladrona sofisticadísima, seductora bisexual y potencial asesina, que lleva una doble y hasta triple vida.
¿Sensual? Sí, claro. Pero la propia estrella se encarga de explicar lo que eso significa. "Ser sexy en el nuevo milenio -explicó en una entrevista- implica tener un sólido aprecio por uno mismo, pero nunca, tomarse demasiado en serio". El juego de su última película es una prueba contundente.
Matrimonio en riesgo
Parece que durante el rodaje de "Mujer fatal", que se extendió durante la segunda mitad de 2002, Banderas vivió un intenso romance con la escultural Rebecca. Pese a que nunca terminó por confirmarse, el affaire ejerció de espada de Damocles para la muy celosa Griffith, quien a la distancia percibía la tendencia malintencionada de la prensa amarilla, que acechaba con la borrosa información. Casados desde 1995 y modelos a seguir en Hollywood, Banderas y Griffith construyeron una pareja sólida como una tapia que, increíblemente, parecía desmoronarse como un castillo de arena ante la escultural Rebecca. El "National Enquirer", en diciembre último, escribió que Banderas, "cansado de la inseguridad y de las escenas de celos de su mujer, hizo las valijas y se fue de la casa de ambos en Los Angeles". La publicación agregó que la separación había dejado a Melanie "hecha pedazos". Fuera de concurso, con 45 años, y conocida a partir de su rol en "Doble de cuerpo" y "Secretaria ejecutiva", Griffith estaba convencida del amorío de Antonio con Rebecca. A ciencia cierta, el thriller de De Palma sugiere un backstage plagado de erotismo, aunque la realidad se mantendrá bajo candado tal vez para siempre. (Especial)