El soldado que filtró papeles a WikiLeaks no ayudó al enemigo

El soldado que filtró papeles a WikiLeaks no ayudó al enemigo

Una jueza militar desestimó la acusación más grave contra el soldado, pero lo encontró culpable de 19 delitos. La posible condena

31 Julio 2013
FORT MEADE.- La jueza militar, coronel Denise Lind, falló ayer que el soldado, Bradley Manning, quien entregó 700.000 documentos secretos o reservados a WikiLeaks, no era culpable de ayudar al enemigo, pero sí de 19 cargos criminales en su contra.

La absolución del cargo más grave que afrontaba el joven le evitará pasar el resto de su vida en prisión, sin el beneficio de la fianza. Con todo, el militar todavía podría afrontar una larga pena de cárcel, ya que le podrían corresponder hasta 144 años de cárcel, aunque se descuenta que no se llegará a esa cantidad, sino que el castigo rondaría los 20 años. La pena en sí será anunciada en las próximas semanas, después de que Lind escuche a nuevos testigos en la siguiente fase del proceso.

Los fiscales del Ejército argumentaron en el juicio que la seguridad de EEUU había sido dañada cuando WikiLeaks publicó videos de combate en Afganistán y en Irak, cables diplomáticos y detalles sobre prisioneros en la cárcel de Guantánamo. Unos 30 seguidores del soldado se habían reunido fuera de la Corte para esperar la lectura del veredicto.

Manning protagonizó la mayor violación de información clasificada en la historia de Estados Unidos. Numerosos analistas habían advertido del peligro de que un veredicto de culpabilidad contra él por ayuda al enemigo, habría sentado un peligroso precedente tanto para futuros casos de informantes como para el periodismo de investigación en el mundo.

El juicio al informante de WikiLeaks se sustanció en paralelo al escándalo del espionaje mundial de EEUU a Internet y a las comunicaciones, que develó Edward Snowden, refugiado en Rusia y reclamado por Washington para juzgarlo. Moscú reiteró ayer que el técnico informático que trabajó para las agencias de inteligencia norteamericanas no será extraditado.

El joven estadounidense, de 30 años, está varado desde el 23 de junio en el área de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremetievo. Solicitó un asilo temporal en Rusia, porque teme por su vida, gestión que podría demorar tres meses más. (Télam-DPA-Reuters)

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