16 Julio 2013
DESAFÍO. La inflación y los cambios electorales hicieron que encontrar veedores se convierta en un dolor de cabeza. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL (ARCHIVO)
El control de los comicios desvela a los partidos más chicos que participarán de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Sucede que el 11 de agosto serán nada menos que 3.200 las mesas de votación, distribuidas en 376 escuelas.
A la poca cantidad de fiscales voluntarios -la mayoría son rentados-, se sumará que por primera vez no podrán hacerse agregados en los padrones. Es decir, los controladores partidarios podrán votar sólo donde les indica el listado o bien, no hacerlo (están justificados). Por eso, algunos dirigentes admiten que contar con un supervisor por urna será una utopía y, en el mejor de los casos, apostarán a tener uno por escuela. Las alianzas entre opositores para compartir fiscales parece ser otra de las estrategias para vencer a los "aparatos" de los partidos más grandes, teniendo en cuenta que alcanzar el 1.5% de los votos válidos será el desafío para pasar a octubre de los más "chicos".
Militantes y rentados
Dirigentes consultados por LA GACETA dijeron que la inflación encareció los costos previstos para cuidar los votos. El pago a cada fiscal común sería de entre $ 200 y $ 300. Mientras que uno general podría percibir hasta más de $ 1.000. A eso se suma la comida: generalmente las fuerzas más grandes distribuyen bandejas, que cuestan entre $ 50 y $ 60.
"Es una lucha desigual", renegó Gumersindo Parajón, precandidato por "Alternativa Popular". "Ciertos sectores de la sociedad están prostituidos y quienes los prostituyeron fueron los políticos, dando dádivas y prebendas. El día de la elección, ofrecen el doble o el triple que lo que uno puede pagar a un fiscal", manifestó. Aseguró que la ventaja que tienen es la buena predisposición de sus militantes. "Un legislador en campaña usa sus gastos de bloque. Nosotros podemos darles un sánguche o unas empanadas. Ellos prometen bolsones y cargos y los hambrean cuatro años, nosotros lo único que prometemos es defender sus intereses una vez que lleguemos", criticó el presidente de Pueblo Unido. Afirmó que están trabajando para tener al menos un representante por establecimiento escolar.
"Con el único recurso con el que contamos es con la militancia, y por eso convocamos a nuestros simpatizantes", reconoció Daniel Blanco, que encabeza la lista del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Consideró que los controles clave se dan al momento del escrutinio, para evitar "lo que pasó en las últimas elecciones provinciales, en las que hubo múltiples irregularidades". Estimó que podrán cubrir un tercio de las mesas, y consignó que tratarán de dialogar con otras fuerzas para trabajar en conjunto y "cuidar los votos" con colaboración mutua. "Esperamos llegar a los 1.000 fiscales. Sobre todo, porque los que responden a aparatos mayores, con el carácter de rentados, están entrenados para cometer abusos", deleznó.
El partido Cambio Popular Tucumano, cuya nómina lidera Ernesto Castellote, apostará a los ciudadanos que voluntariamente quieran ejercer el control. "Se necesita un ejército de fiscales. Esperamos contar con la colaboración de los que se inscriban mediante internet en la iniciativa 'Soy Fiscal'. Se trata de personas que no tienen una filiación partidaria pero que lo hacen por la democracia", afirmó. Explicó que para revertir el impedimento de agregar en los padrones de las mesas que controlan a los fiscales, buscarán que los voluntarios controlen las mesas en las que votan. "Y los que sufraguen en otras mesas, que lo hagan a primera hora, o bien al mediodía", propuso.
"Los partidos chicos tenemos muchas trabas", reconoció Mariana Daher, precandidata del Movimiento Independiente Justicia y Dignidad. Añadió que analizan manejarse sólo con fiscales generales (uno por escuela). Opinó que gran parte de las ciudades del interior quedará a merced del oficialismo, por la disparidad de recursos. Marcelo Baik, postulante del VOS, admitió que tienen inconvenientes para reunir fiscales. "Esperemos solucionarlos en los próximos días. Estimamos tener el 70% de los fiscales que necesitamos para toda la provincia. Afirmó que si bien contarán con la colaboración de militantes, "tendremos que atender las necesidades de algunos". Detalló que también están negociando con otros partidos una ayuda recíproca.
A la poca cantidad de fiscales voluntarios -la mayoría son rentados-, se sumará que por primera vez no podrán hacerse agregados en los padrones. Es decir, los controladores partidarios podrán votar sólo donde les indica el listado o bien, no hacerlo (están justificados). Por eso, algunos dirigentes admiten que contar con un supervisor por urna será una utopía y, en el mejor de los casos, apostarán a tener uno por escuela. Las alianzas entre opositores para compartir fiscales parece ser otra de las estrategias para vencer a los "aparatos" de los partidos más grandes, teniendo en cuenta que alcanzar el 1.5% de los votos válidos será el desafío para pasar a octubre de los más "chicos".
Militantes y rentados
Dirigentes consultados por LA GACETA dijeron que la inflación encareció los costos previstos para cuidar los votos. El pago a cada fiscal común sería de entre $ 200 y $ 300. Mientras que uno general podría percibir hasta más de $ 1.000. A eso se suma la comida: generalmente las fuerzas más grandes distribuyen bandejas, que cuestan entre $ 50 y $ 60.
"Es una lucha desigual", renegó Gumersindo Parajón, precandidato por "Alternativa Popular". "Ciertos sectores de la sociedad están prostituidos y quienes los prostituyeron fueron los políticos, dando dádivas y prebendas. El día de la elección, ofrecen el doble o el triple que lo que uno puede pagar a un fiscal", manifestó. Aseguró que la ventaja que tienen es la buena predisposición de sus militantes. "Un legislador en campaña usa sus gastos de bloque. Nosotros podemos darles un sánguche o unas empanadas. Ellos prometen bolsones y cargos y los hambrean cuatro años, nosotros lo único que prometemos es defender sus intereses una vez que lleguemos", criticó el presidente de Pueblo Unido. Afirmó que están trabajando para tener al menos un representante por establecimiento escolar.
"Con el único recurso con el que contamos es con la militancia, y por eso convocamos a nuestros simpatizantes", reconoció Daniel Blanco, que encabeza la lista del Frente de Izquierda y de los Trabajadores. Consideró que los controles clave se dan al momento del escrutinio, para evitar "lo que pasó en las últimas elecciones provinciales, en las que hubo múltiples irregularidades". Estimó que podrán cubrir un tercio de las mesas, y consignó que tratarán de dialogar con otras fuerzas para trabajar en conjunto y "cuidar los votos" con colaboración mutua. "Esperamos llegar a los 1.000 fiscales. Sobre todo, porque los que responden a aparatos mayores, con el carácter de rentados, están entrenados para cometer abusos", deleznó.
El partido Cambio Popular Tucumano, cuya nómina lidera Ernesto Castellote, apostará a los ciudadanos que voluntariamente quieran ejercer el control. "Se necesita un ejército de fiscales. Esperamos contar con la colaboración de los que se inscriban mediante internet en la iniciativa 'Soy Fiscal'. Se trata de personas que no tienen una filiación partidaria pero que lo hacen por la democracia", afirmó. Explicó que para revertir el impedimento de agregar en los padrones de las mesas que controlan a los fiscales, buscarán que los voluntarios controlen las mesas en las que votan. "Y los que sufraguen en otras mesas, que lo hagan a primera hora, o bien al mediodía", propuso.
"Los partidos chicos tenemos muchas trabas", reconoció Mariana Daher, precandidata del Movimiento Independiente Justicia y Dignidad. Añadió que analizan manejarse sólo con fiscales generales (uno por escuela). Opinó que gran parte de las ciudades del interior quedará a merced del oficialismo, por la disparidad de recursos. Marcelo Baik, postulante del VOS, admitió que tienen inconvenientes para reunir fiscales. "Esperemos solucionarlos en los próximos días. Estimamos tener el 70% de los fiscales que necesitamos para toda la provincia. Afirmó que si bien contarán con la colaboración de militantes, "tendremos que atender las necesidades de algunos". Detalló que también están negociando con otros partidos una ayuda recíproca.
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