Formas arquitectónicas, vanguardistas o clásicas. Nada se ha inventado, pero siempre vale la pena ver esas propuestas en nuevos diseños y en otras marcas. Así es como se presenta la temporada otoño-invierno 2013-2014 (en unas semanas veremos en Argentina las colecciones de primavera-verano) en una de las capitales de la moda, París. Una sobria semana, en la que también hay guiños al arte. Un ejemplo de ello es la línea de alta costura que presentó Raf Simons para Dior. Lo que no fue ningún ejemplo de esa pasarela fueron las modelos extremadamente flacas. De hecho, en el muro de Facebook de la firma francesa la foto de una modelo generó indignación. Tantos fueron los comentarios repudiando la apariencia de la mujer -sus huesos parecían salir de sus hombros y de su espalda- que en unas horas la empresa decidió quitar la fotografía de su muro. En el otro extremo, una pulposa modelo volvió a las pasarelas de Versace después de 14 años. Se trata de Naomi Campbell, que en el hotel Ritz mostró algunos de los diseños de la firma italiana, que encaja perfectamente para la alfombra roja de Hollywood. Donatella Versace prefirió vestidos que parecían descosidos y que mostraban corsetería ultra sexy. Mientras que la colección de Jean Paul Gaultier, con la presencia de la argentina Milagros Schmoll, apostó al animal print hasta en las medias. Chanel más clásico que nunca, al igual que la línea hiperfemenina del libanés Elie Sab.