10 Mayo 2013
PUESTA. Una de las galerías explora el impacto del punk en la alta costura.
¿Pueden encontrarse dos conceptos contrapuestos a simple vista como el "hágalo usted mismo" del punk y el "hecho a medida" de la alta costura? Para el curador de la exposición "Punk: Chaos a Couture" del Met Costume Institute (Nueva York), Andrew Bolton, ambos están definidos por los mismos impulsos de originalidad e individualidad. Es así que vuelven a reencontrarse en una muestra, que inauguró ayer, donde se examina el impacto del punk y de la alta costura desde el nacimiento del movimiento, a principios de 1970, hasta su influencia continua en la actualidad. Con un centenar de diseños para hombres y mujeres, la exposición incluye unas cien prendas originales firmadas por diseñadores como Alexander McQueen, Jean Paul Gaultier,Martin Margiela, Karl Lagerfeld, Dolce & Gabbana, Androver, John Galliano y Vivienne Westwood.
En las siete galerías del museo neoyorkino se organizan los diseños en torno a los materiales, las técnicas y los adornos asociados con el estilo anti-establishment. Por ejemplo, en la sección Rebel Heroes se analizan los orígenes en Estados Unidos y en Inglaterra, y el look de las bandas representativas, como Sex Pistols, Ramones y The Clash; en D.I.Y se recorre la customización de las prendas: el bricolaje, el grafitti y las roturas intencionales, que simbolizan el rechazo a las convenciones estereotipadas.
En la noche de gala, previa a la inauguración de la exposición, las figuras de la moda y de la pantalla grande hicieron su clásica subida de las escaleras del MET sobre la alfombra roja. Madonna se tomó en serio la consigna y se puso todo: medias red, tachas, trabas de gancho, guantes negros... También le acertaron Sienna Miller, Cara Delevinge, Miley Cyrus, Gisele Bündchen, Christina Ricci. Mientras, Sarah Jéssica Parker usó un polémico tocado que imitó a una cresta; Beyoncé se copó con una inmensa cola bordada en dorado; Anne Hathaway lució un platinado poco común y un vestido con transparencias; Blake Lively -impecable, por cierto- no le pegó a la estética punk, al igual que muchas otras actrices, como Katie Holmes, Kristen Stewart y Cameron Diaz (que hizo honor a la reina holandesa Máxima con un vestido azul con una especie de capa).
Incorrectos
El punk comenzó como un fenómeno estético-musical, que más tarde fue tomando la forma de un movimiento más filosófico. Los primeros punks se vestían con ropa de feria o de los desperdicios que se encontraban en las calles (Bowie confesó que en los 70, junto con Marc Bolan, recorría Carnaby Street de contenedor en contenedor para renovar el guardarropas). Por ello, los outfits estaban rasgados o remendados con alfileres de gancho. Esa estética marginal tuvo una gran impulsora: la diseñadora inglesa Vivienne Westwood, mujer de Malcolm McLaren, manager de los Sex Pistols. En su mítico local londinense, ubicado en el 430 de la calle King's, y cuyo nombre cambió con excesiva frecuencia, vendía atuendos rockers, con cierres, pintados con aerosol y cadenas, y remeras con estampas anarquistas. Westwood es considerada desde los 70 la indiscutida madre de la estética punk.
En las siete galerías del museo neoyorkino se organizan los diseños en torno a los materiales, las técnicas y los adornos asociados con el estilo anti-establishment. Por ejemplo, en la sección Rebel Heroes se analizan los orígenes en Estados Unidos y en Inglaterra, y el look de las bandas representativas, como Sex Pistols, Ramones y The Clash; en D.I.Y se recorre la customización de las prendas: el bricolaje, el grafitti y las roturas intencionales, que simbolizan el rechazo a las convenciones estereotipadas.
En la noche de gala, previa a la inauguración de la exposición, las figuras de la moda y de la pantalla grande hicieron su clásica subida de las escaleras del MET sobre la alfombra roja. Madonna se tomó en serio la consigna y se puso todo: medias red, tachas, trabas de gancho, guantes negros... También le acertaron Sienna Miller, Cara Delevinge, Miley Cyrus, Gisele Bündchen, Christina Ricci. Mientras, Sarah Jéssica Parker usó un polémico tocado que imitó a una cresta; Beyoncé se copó con una inmensa cola bordada en dorado; Anne Hathaway lució un platinado poco común y un vestido con transparencias; Blake Lively -impecable, por cierto- no le pegó a la estética punk, al igual que muchas otras actrices, como Katie Holmes, Kristen Stewart y Cameron Diaz (que hizo honor a la reina holandesa Máxima con un vestido azul con una especie de capa).
Incorrectos
El punk comenzó como un fenómeno estético-musical, que más tarde fue tomando la forma de un movimiento más filosófico. Los primeros punks se vestían con ropa de feria o de los desperdicios que se encontraban en las calles (Bowie confesó que en los 70, junto con Marc Bolan, recorría Carnaby Street de contenedor en contenedor para renovar el guardarropas). Por ello, los outfits estaban rasgados o remendados con alfileres de gancho. Esa estética marginal tuvo una gran impulsora: la diseñadora inglesa Vivienne Westwood, mujer de Malcolm McLaren, manager de los Sex Pistols. En su mítico local londinense, ubicado en el 430 de la calle King's, y cuyo nombre cambió con excesiva frecuencia, vendía atuendos rockers, con cierres, pintados con aerosol y cadenas, y remeras con estampas anarquistas. Westwood es considerada desde los 70 la indiscutida madre de la estética punk.
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