La parroquia de los estudiantes universitarios

La parroquia de los estudiantes universitarios

Semillero de vocaciones, bajo la dirección pastoral del padre Emilio Parrado durante 26 años, en la parroquia de Chacabuco 570 se formaron espiritualmente varias generaciones de tucumanos. De esa comunidad de barrio Sur surgieron seis sacerdotes y cuatro seminaristas. Hoy todos estarán presentes en la misa de acción de gracias por los 100 años del templo.

IMAGEN DE LA SANTISIMA VIRGEN. Esta figura fue encargada por el padre Emilio Andrés Parrado, que fue párroco del templo durante 26 años. IMAGEN DE LA SANTISIMA VIRGEN. Esta figura fue encargada por el padre Emilio Andrés Parrado, que fue párroco del templo durante 26 años.
15 Abril 2013
¿Quién no recuerda los encendidos sermones del padre Emilio Parrado y sus paternales consejos? Varias generaciones de niños y jóvenes que crecieron en barrio Sur aún los asocian con sus mejores vivencias. La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús hoy cumplirá 100 años y sigue conservando dos características emblemáticas: la comunidad de jóvenes universitarios y el semillero de vocaciones sacerdotales.

"Al árbol se lo conoce por sus frutos" dice el Evangelio. Y la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús es fructífera en la fe y en la vocación. De su comunidad han surgido los sacerdotes José Andrés Castilla (ya cumplió 25 años de ordenación), Juan Eduardo Arnau, Jorge Blunda, Marcelo Agüero, Hernán Alvarado y Antonio Carabajal, y cuatro seminaristas: Maximiliano Villagra, los hermanos Leandro y Facundo Guillén y Franco Arrabal. Lo cuenta con orgullo el padre Edgardo Morales, párroco del templo.

"La nuestra es una parroquia universitaria, con mucha inmigración de jóvenes que vienen a Tucumán a estudiar. Provienen de Salta y Jujuy, en primer lugar, y también de Catamarca y Santiago del Estero. Se arman grupos muy lindos, especialmente en coro y catequesis", cuenta el sacerdote, ya con 16 años en el cargo (primero se desempeñó como vicario durante varios años).

La comunidad

Ubicada en Chacabuco 570, la parroquia está inserta en un barrio en el que hay muchas residencias universitarias y edificios donde viven jóvenes de otras provincias. "Es una comunidad de clase media (se calcula que habrá unos 50.000 habitantes). Generalmente son profesionales y trabajan en el centro, en Tribunales o en la Municipalidad. Es muy activa espiritualmente", afirma el padre mientras camina por el interior del templo con reminiscencias monásticas. "La edificación comenzó en la década del 60 (entre 1962 y 1967)", señala. El altar está ilustrado con una reproducción de la Última Cena, de Dalí. La pared tiene los nombres de los 12 apóstoles y en el centro se alza una imagen del Corazón de Jesús.

"Las familias a las que atiende la parroquia tienen práctica religiosa pero muchas veces experimentan soledad, por lo que el templo cumple un rol de contención muy importante. Aquí los jóvenes encuentran nuevos amigos, forman grupos de catequistas de Primera Comunión y Confirmación, grupos de perseverancia, de jóvenes, adolescentes y universitarios. También están los grupos de mujeres y madres de familia que ofrecen talleres de tejido o pintura. Generalmente tenemos padres de familia jóvenes", señala el sacerdote. Él cuenta con el apoyo del padre Marcelo Lorca y entre ambos ofician todos los días. El párroco emérito, el padre Parrado, también vive en la parroquia y con sus 86 años todavía sigue confesando.

Aunque el Sagrado Corazón cuenta con una importante feligresía y una activa vida parroquial, se ha trazado más desafíos. "Apuntamos a la nueva evangelización, tal como nos pidió en su momento Juan Pablo II y hoy continúa con Francisco. Esto significa no considerar que el porcentaje de bautizados es equivalente al de católicos practicantes. Buscamos pasar de una parroquia que recibe a una parroquia que va en busca de los que están apartados de la Iglesia por alguna circunstancia de la vida. En este sentido, comenzamos una misión en marzo, que consistía en ir casa por casa, llevando un tríptico del centenario y novenario para rezar en las familias", detalla.

Han abierto una cuenta en Facebook donde se publican todas las novedades. La parroquia también se extiende a los barrios a través de la capilla de la Santísima Trinidad, de Alsina al 300 (ver "La capilla fue levantada...").

Mientras los padres Edgardo y Marcelo van y vienen con misas y mil ocupaciones, el padre Parrado siempre está sentado en el templo, esperando. Aunque se lo vea solo no le importa, siempre quiere estar ahí cuando algún alma decide confesarse.

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