Según un especialista, la red pluvial es obsoleta

Según un especialista, la red pluvial es obsoleta

El ingeniero José Ricardo Ascárate, docente de la UNT, sostiene que no se invierte en obras de envergadura desde la década del 80. Respuesta de la Municipalidad. Trabajos pendientes y necesarios.

POSTAL DE VERANO. En octubre del año pasado se produjeron las últimas tormentas fuertes, que inundaron algunos sectores de la ciudad. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA (ARCHIVO) POSTAL DE VERANO. En octubre del año pasado se produjeron las últimas tormentas fuertes, que inundaron algunos sectores de la ciudad. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA (ARCHIVO)
05 Abril 2013
"Los desagües de San Miguel de Tucumán responden a criterios de cálculo del siglo pasado. Las últimas grandes obras en el área fueron realizadas durante la década del 80. Los caudales máximos de canales y del sistema de captación consideraban lluvias de una hora, lo que significa intensidades de 100 mm/h. Con lluvias como las de La Plata sin duda colapsarían todos los canales", advierte José Ricardo Ascárate. El ingeniero civil y docente de Diseño Vial en la UNT fue director de Obras Públicas del municipio capitalino durante la gestión radical de Raúl Martínez Araóz.

Según el especialista, la opinión del subdirector de Defensa Civil Municipal, Eduardo Valdez, acerca de que la red pluvial de la capital tucumana está en buenas condiciones y la supuesta ventaja geográfica por estar nuestra ciudad ubicada más alto que el río Salí, son erradas. "Las pendientes elevadas no son 'atenuantes' sino agravantes, ya que las velocidades de circulación serían mayores de 3 a 4 metros por segundo, lo que destruiría todo a su paso", apuntó.

Además de la falta de inversión en obras de envergadura, el docente encuentra explicación a un cuestionamiento que suelen hacerse los tucumanos: ¿por qué, año a año, con menores lluvias, los desagües llevan mayor caudal de agua?

"Cada nueva hectárea desmontada y urbanizada en el pedemonte incrementa el caudal escurrido al sistema de desagües un 75%, mientras que cada m2 de superficie pavimentada lo hace en un 165%. Conjuntamente, se aumenta la velocidad de conducción de las aguas y se disminuye el tiempo en que dichos caudales se concentran", explica.

Según Ascárate, uno de los mayores problemas es la falta de planificación, ya que se pavimentan grandes sectores de la ciudad sin desarrollar previamente la infrestructura pluvial correspondiente, al tiempo que se inyecta un mayor caudal a una red que ha quedado obsoleta. "La única obra importante que se está haciendo es el colector América. Está en ejecución, se pueden ver los trabajos a la altura de la México", indicó. Además, destacó la situación del barrio Lomas de Tafí: "afortunadamente tiene un sistema de atenuación de la descarga por medio de canales internos propios, que retardan el caudal, promoviendo que los picos de crecidas no se vayan en simultáneo a los canales Tafí o Norte".

Dos colectores
En respuesta a estas críticas, Planeamiento de la Municipalidad enumeró algunas mejoras realizadas a la red pluvial en los últimos años. "Se hicieron intervenciones significativas, como las canalizaciones en San Cayetano, fosas de captación en avenida Colón y canal Sur y en Mate de Luna y Viamonte. También se hizo desagüe pluvial en avenida Democracia hasta Las Heras, de manera que el agua que llegaba al barrio Alejandro Heredia (uno de los más afectados cuando llueve) se la saca directamente al río Salí. Todo eso más la desobstrucción de algunos sectores de la Jujuy al 3500 son obras importantes pero que no se ven", detalló el arquitecto Luis Lobo Chaklián.

Entre las obras que la Municipalidad asume como indispensables para mejorar la red pluvial, apuntando a una tormenta severa, figuran dos colectores. "Se están buscando recursos para construir uno en Alsina y otro hacia el norte, a la altura de la calle Brasil, lo que aliviaría todo el sector antes de la vía del ferrocarril", explicó Lobo Chaklián.

Un cambio que provoca la acumulación de mayor cantidad de agua en los desagües y en las calles cuando llueve, según el funcionario, es el modo de construcción actual. "Cuando teníamos adoquines los cordones cuneta eran mucho más profundos; pero ahora se ha disminuido sustancialmente su capacidad", sostuvo.

Según los cálculos de Chaklián y de Ascárate, los sectores más castigados ante un tormenta extrema serían los del sur de la capital, como el barrio Alejandro Heredia, partes de Villa 9 de Julio hacia el norte, el sureste de la avenida Kircher (ex Roca), y el sector norte entre el canal Norte y las vías del ferrocarril, entre otros.

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