El Día Mundial del Síndrome de Down

El Día Mundial del Síndrome de Down

21 Marzo 2013
La lucha es constante, pero larga. Posiblemente porque el gen de la discriminación está en el interior del ser humano o porque una buena parte de la sociedad se ha vuelto individualista e insensible a los problemas del prójimo en las últimas décadas. Paulatinamente, se ha ido ganando terreno y los chicos con síndrome de Down (SD) han comenzado a ser incluidos socialmente.

Justamente, hoy se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, fecha instaurada por la Asamblea General de la ONU con el objetivo de elevar la conciencia pública para evitar que las personas que padecen esta anomalía genética sean discriminadas. Se trata de un trastorno cromosómico provocado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21, completa o parcial. Su nombre se debe a John Langdon Down, médico que describió el síndrome en 1866.

En mayo del año pasado, tuvo lugar en nuestra ciudad el VI Congreso Nacional de SD en el que participaron 1.200 profesionales. En esa oportunidad, el psicólogo y orientador educativo español, Emilio Ruiz Rodríguez, que impulsa la inclusión de los alumnos con necesidades educativas en las escuelas comunes, afirmó que en todo el mundo se estaba trabajando por la inclusión social plena de las personas con SD. "Este proceso pasa por la inclusión en la familia, en la escuela, en el tiempo de ocio, en las actividades deportivas y en el campo laboral. Tenemos que trabajar por la inclusión en todos los terrenos y empezamos por escuela", dijo. El especialista hizo hincapié en que el miedo a la diferencia, a lo desconocido nos hace rechazar todo lo distinto y señaló que en España hace 20 años que rige la ley de integración educativa. "Los niños con necesidades educativas van a escuelas comunes, que tienen psicólogos, pedagogos, docentes de educación especial, orientador educativo, especialistas en lenguaje. Se logró que los niños asistieran a las aulas comunes, y que la tarea educativa estuviera apoyada por recursos humanos capacitados y sostenidos por el sistema educativo", indicó.

En nuestro país, hasta hace un poco más de 20 años, los chicos con esta anomalía no podían anotarse en escuelas comunes ni en algunas especiales. Se consideraba que no podían leer ni escribir. En agosto de 2007 se efectuaron en Tucumán las XVI Jornadas Nacionales de la Red Universitaria de Educación Especial, ocasión, en que el decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Misiones sostuvo que cuando un niño discapacitado se integra a un grado, todos se benefician: Los demás alumnos porque su presencia los obliga a desarrollar modos nuevos de comunicación y a la docente se le plantea el panorama de que ya no tiene una masa uniforme a la cual enseñar. "Se da cuenta de que ese colectivo con el que contaba empieza a dispersarse, ya que cada uno de los alumnos comienza a mostrar su individualidad. Y se hace necesario un modo de enseñar que contemple las diferencias", dijo.

Hubo, por cierto, avances en esta materia, sin embargo, aún hay instituciones educativas que se resisten a admitirlos, argumentando que no cuentan con docentes capacitados. Pese a que hay una ley específica que contempla la inserción laboral de las personas con discapacidad, prácticamente no se la acata. En la medida que la dirigencia y la sociedad se involucren más en esta problemática, los chicos con SD ocuparán el lugar que se merecen.

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