Fito Páez: "me he permitido todo; ya no me asusto"

Fito Páez: "me he permitido todo; ya no me asusto"

A punto de cumplir 50 años -el miércoles-, el rosarino afirma que una de sus premisas es no hacer balances ni reflexionar acerca del paso del tiempo. Simplemente se deja llevar por el oleaje de la vida y a resistir mediante sus obras. "Quiero que las cosas vayan andando, porque no tengo planes de conquista", destaca el cantante que, de todos modos, ya ha colonizado al rock hispanoamericano.

Fito Páez: me he permitido todo; ya no me asusto
10 Marzo 2013
Nací en el '63,
con Kennedy a la cabeza,
una melodía en la nariz,
creo que el aire estaba raro,
mediaba marzo.


Cinco décadas pasaron. Kennedy murió. La melodía se multiplicó. El aire se ha enrarecido, esclarecido y vuelto a enrarecer decenas de otras veces. Y otro marzo despunta. El marzo número 50 para Fito Páez, gloria de la música argentina, leyenda viva, terco poeta, pelilargo eterno incluso si después la moda lo emprolija con sus tijeras. A punto de cumplir medio siglo de vida (los celebrará el miércoles), el rosarino remarca que transitará la fecha sosteniendo una de sus premisas: no detenerse a reflexionar acerca del paso del tiempo.

Entrevistado por la agencia de noticias Télam, el hacedor de discos como "Del 63", "El amor después del amor" y "Moda y pueblo" accede, sin embargo, a hacer un breve repaso y define a la suya como una vida en la búsqueda del amor. Y precisa: "no hay balance ni a palos. Hay que salirse un poco del estudio sociológico y de la ciencia para ir a la búsqueda del abrazo, del beso, de la mirada, del polvo, de aquello que fue lo que me gustó siempre".

Tocaba folclore,
después rock and roll,
y ahí llegó Lennon hablando de amor.
¿Qué pasa en la Tierra que el cielo es cada vez más chico?


"Siempre tuve la vida que quise, nunca le pedí permiso a nadie", se despacha Fito, hijo de la pianista Margarita Ávalos -quien falleció cuando él tenía ocho meses- y del empleado municipal Rodolfo Páez ¿Y cómo se hace para vivir así? Contesta él: "primero hay que satisfacer la vanidad propia de esa etapa de la juventud en que la testosterona está muy revuelta y exigiendo, y donde hay mucho 'ego trip'. Y está bien que eso pase, pero después aparecen las otras personas y luego intereses más ligados a situaciones sociales y comunitarias, y no solamente importa tu viaje sino el viaje de los demás".

El viaje de Páez hacia el éxito se inició en 1981, cuando Juan Carlos Baglietto lo incluyó como tecladista y arreglador en su banda. Con ella pisó por primera vez el mítico Obras, compuso sus éxitos iniciales, se enfrentó al público en masa. Y todo esto se potenció a partir del 83, cuando el veinteañero Fito se incorporó al grupo de Charly García, en cuyo ángel se montaría durante dos años. Era ya un chico del rock. Y a partir de "Giros", el álbum parido en el 85 que lo hizo conocido en el país, fue el rock hecho hombre: su vida, sus mujeres, sus vicios, sus virtudes y sus vilezas fueron anunciadas en su amplia e imponente discografía, que hasta hoy junta unos 20 títulos. "Me he permitido todo. Me he salido de lugar un montón de veces y he regresado también, y cada vez la conflictividad es menor porque ya no me asusto de lo que hago. Es algo que vengo haciendo desde chico. Y animarme a hacer cosas es una especie de materia esencial".

Hoy mataron a un hombre de pie en Nueva York,
comienza otra década a todo vapor,
el viento me toca la cara, marca un cambio de rumbo.


"La resistencia es más importante que la verdad", cita Páez al escritor Charles Bukowski. Y él resiste a través de sus obras. Metido de lleno en el hacer que lo rige, el autor de los filmes "Vidas privadas" y "¿De quién es el portaligas?" vislumbra otros tres CDs en el futuro inmediato.

"No hago músicas para los discos, todos los días voy cocinando algo". Aunque su profusa labor pone el eje en la música -pero ya llegó dos veces al cine y este año se probará en la literatura-, el cantante asevera: "también me dejo los silencios, que son muy importantes. Los primeros silencios meten un poco de miedo, pero eso no existe. Les digo a los pibes que están empezando que no existe la crisis de la página en blanco. Lo peor que te puede pasar es sentarte en una plaza a escribir lo que te rodea. Lo fundamental es no componer para la historia, sino para vos".

"De todos modos, no pienso en esas cosas -reflexiona luego-, sólo las pongo en marcha y es hermosa esa incertidumbre que, en lugar de generarme angustia, me da placer. Quiero que las cosas vayan andando porque no tengo planes de conquista -dice quien ya ha conquistado al público-. No me escucho una vez que hago un disco porque no me dan ganas, ya está. Hubo un momento en el que comprendí algo y me dije 'si no te gustó, hacé otro'. Si en ese momento fuiste eso, amate".

Circo Páez

Sus discos.- "Del 63" (1984) es su primer álbum de estudio. Tiene clásicos como la canción homónima y "Tres agujas". Le siguen "Giros" (1985), "Corazón clandestino" (1986) y "La la lá", con el "Flaco" Spinetta. "Ciudad de pobres corazones" (1987) está teñido del dolor por el asesinato de sus abuelas. Le siguen "Ey!" (1988), "Tercer mundo" (1990), "El amor después del amor" (1992) y "Circo beat" (1994), uno de sus más exitosos. A continuación grabó "Euforia" (1996), "Enemigos íntimos" (1998), con Joaquín Sabina, "Abre" (1999), "Rey Sol" (2000), "Naturaleza sangre" (2003) y "Mi vida con ellas" (2004). Con "Moda y pueblo" (2005) reversiona temas propios y ajenos -con orquesta- y después de este, editó "El mundo cabe en una canción" (2006), "Rodolfo" (2007), "No sé si es Baires o Madrid" (2008), "Confía" (2010), "Canciones para aliens" (2011) y "El amor después del amor, 20 años" (2012).

Sus mujeres.- Páez conoció a Fabiana Cantilo en 1983, cuando fue convocado a tocar con Charly García. "Era la mujer más hermosa de Buenos Aires. Fue una musa, pero también me hizo sufrir mucho", diría el rosarino de quien fue su pareja hasta 1990. Un año después, en Punta del Este, conoció a Cecilia Roth: "te encendía con su sola presencia, cuando reía todo se iluminaba". Luego de adoptar a Martín, se casaron en 1999. Al parecer, ese fue el comienzo del fin: en 2002 se divorciaron. Algunos meses después inició una relación con la actriz Romina Ricci, con quien tuvo a Margarita, su segundo hijo. Se separaron en 2010. "Supongo que debe ser bastante complicado estar conmigo", reflexionó. Su última pareja conocida fue la panelista de "Duro de domar" Julia Mengolini.

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