Un ejército de vidrieristas salió a curar las heridas del meteorito en Rusia

Un ejército de vidrieristas salió a curar las heridas del meteorito en Rusia

La tarea es urgente, porque en Cheliabinsk se están registrando los habituales 12° bajo cero.

VIDRIOS ROTOS. Imagen de los destrozo en edificios de la ciudad Cheliábinsk. FOTO TOMADA DE pravda.ru VIDRIOS ROTOS. Imagen de los destrozo en edificios de la ciudad Cheliábinsk. FOTO TOMADA DE pravda.ru
16 Febrero 2013
CHELYABINSK, Rusia.- Miles de trabajadores rusos de emergencia salieron este sábado a limpiar los daños ocasionados por un meteorito que explotó en los montes Urales, reventando ventanas y provocando una lluvia de cristales rotos sobre las personas.

Varias personas buscaban restos en un lago cercano a la ciudad de Chelyabinsk, donde se abrió un agujero en el hielo de varios metros de ancho. Pero hasta ahora no han encontrado grandes fragmentos, dijeron funcionarios.

La escasez de pruebas en el terreno alimentó las teorías de conspiración sobre lo que causó la bola de fuego, y su inmensa onda, en una zona que acoge muchas plantas de la industria de defensa.

El líder nacionalista Vladimir Zhirinovsky dijo a periodistas en Moscú que los causantes podrían haber sido "belicistas" en Estados Unidos. Un sacerdote que se encontraba cerca del lugar de la explosión lo describió como un acto de Dios. Medios sociales quedaron inundados con rumores sobre lo que podría haber provocado la explosión. "Sinceramente, me inclinaría más a creer que fue algo militar", dijo Oksana Trufanova, una activista local de derechos humanos.

Habitantes de Chelyabinsk, una ciudad industrial situada 1.500 kilómetros al este de Moscú, escucharon la explosión, vieron una luz brillante y después sintieron una onda que rompió ventanas y causó daños en las paredes.

La bola de fuego viajaba a una velocidad de 30 kilómetros por segundo, según la agencia espacial rusa Roscosmos, resplandeciendo en el horizonte y dejando una larga estela blanca visible hasta a 200 kilómetros de distancia.

La agencia espacial estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés) estimó que el objeto tenía 17 metros de ancho antes de entrar en la atmósfera terrestre y pesaba alrededor de 10.000 toneladas.

Explotó unos kilómetros por encima de la Tierra, liberando casi 500 kilotones de energía (cerca de 30 veces el tamaño de la bomba nuclear que fue arrojada en la ciudad japonesa de Hiroshima en la segunda Guerra Mundia).

Mientras 15 ciudadanos -uno de ellos en coma y otros dos menores de edad- siguen ingresados en los hospitales, un ejército de 24.000 voluntarios, cristaleros y personal estatal ha llegado a la región de Cheliabinsk y otras zonas también afectadas.

La onda expansiva del meteorito ha dañado unas 4.000 viviendas, en muchas de las cuales se rompieron las ventanas. De hecho la mayor parte de los heridos presentan cortes en el cuerpo como resultado del estallido. Se calcula que hay que reponer, o al menos cubrir de momento, 200.000 metros cuadrados de cristal, de acuerdo al corresponsal en Moscú del diario "El Mundo", de España.

La tarea es urgente, porque en Cheliabinsk, a 1.500 kilómetros al este de Moscú, se están registrando los habituales 12° bajo cero de esta época del año. Los daños ocasionados ascienden a 24 millones de euros, según explicó el gobernador de la región, Mijail Yurevich. LA GACETA - Reuters - Elmundo.es

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