Estoy leyendo un libro que, a pesar de la densidad de su contenido, me parece absolutamente recomendable, y sobre todo para el verano, esa especie de retiro placentero al borde del mar o en la montaña, o, más modestamente, en casa. El Monje y el Filósofo, por Jean-Francois Revel y Matthieu Ricard. Un diálogo filosófico, editado por Urano en 1998, cuyo tamaño puede resultar desalentador: más de 330 páginas. Pero que atrapa como una saga prodigiosa. Sus autores son padre e hijo. El padre es Jean Francois Revel, filósofo y periodista francés, librepensador por antonomasia, autor de Ni Marx ni Jesús; y el monje es su hijo, Matthieu Ricard, científico devenido en lama tibetano, autor de exitosos libros de espiritualidad, considerado -según se dice científicamente- "el hombre más feliz del mundo" .
En El Monje y el Filósofo, el diálogo gira alrededor del budismo y de su creciente vigencia en Occidente. A través de sus páginas encuentro, por ejemplo, lo que es tan difícil de definir como una de las diferencias entre el filósofo occidental y el oriental, entre estos dos tipos de sabiduría. Corresponde a un párrafo del Monje, es decir de Ricard (como todo lo mejor y más original del libro, por lo demás), aunque esta vez citando a André Migot. © LA GACETA
* Poeta, narrador, ensayista.
Fragmentos
"Se ha discutido mucho si el budismo es una religión o una filosofía, y la cuestión nunca se ha zanjado. Planteada en estos términos, sólo tiene sentido para un occidental. Sólo en occidente la filosofía, como las matemáticas o la botánica, en la que un señor, por lo general un profesor, estudia durante su curso una doctrina determinada, pero al volver a casa vive exactamente como su notario o su dentista, sin que la doctrina que enseña tenga la menor influencia en su comportamiento en la vida.
Sólo en Occidente la religión es, para la gran mayoría de los fieles, un pequeño compartimiento que abren determinados días, en ciertas circunstancias muy concretas, pero que vuelven a cerrar antes de actuar"