Estamos en temporada de nacimientos de loros y catas

La jefa del servicio de Neumonología del hospital Ángel C. Padilla, doctora Nora Vázquez de Argiró, con la colaboración de las médicas Norma Naval, Dora Flores y Beatriz Gil estudiaron minuciosamente los 16 casos de psitacosis detectados entre enero y marzo de 2012 en hospitales de San Miguel de Tucumán: 14 se registraron en el Padilla, un caso en el Hospital de Clínicas Nicolás Avellaneda y tres en el sector privado (clínicas y sanatorios). "Estos fueron los casos sospechados y estudiados. No descartamos la posibilidad de que hayan habido más contagios, porque el personal de salud no está lo suficientemente informado de que la psitacosis está presente en la región ni capacitado para sospechar los casos de esta enfermedad que puede complicarse si no es tratada a tiempo", aclaró Vázquez de Argiró.

Comentó que la mayoría de los contagiados con la bacteria Chlamydia psittaci fueron mujeres y que el 68,7% de los casos se dieron en San Miguel de Tucumán.

Un dato que llevó a las médicas a sospechar que la fuente de contagio pueden ser los loros pichones es que el Siprosa comprobó que esta especie de ave es reservorio de la bacteria que causa la psitacosis. Como sabían, además, que las catas y loros ponen los huevos en los meses caliente del año y que los pichones nacen entre diciembre y enero, les resultó fácil deducir que el brote se dio con la compra de estas aves recién nacidas. Este dato fue corroborado por los propios pacientes cuando lo interrogaron y les preguntaron si habían estado en contacto o expuestos a este tipo de aves. "Cuando los loros, cotorras, papagayos, canarios, palomas, pavos, gallinas y demás aves de corral están enfermas, eliminan la bacteria al medio ambiente: a través de secreciones oculares y respiratorias, excrementos secos y el polvo de las plumas. Las secreciones secas permanecen en el aire y, cuando los humanos la aspiran, se infectan", explicó la neumonóloga.