20 Julio 2012
La exposición debía estar habilitada hasta el domingo pero se levantó la semana pasada. "Yo dibujo", muestra en la que participaban Lucía Gasconi, Valeria Maggi, Antonella Aparicio, Carla Grunauer, Martín Zevi y Sebastián Rosso, sufrió los avatares de la falta de seguridad en algunas salas, así como de la incomprensión general de cierto público adolescente. ¿El resultado? Muchos espectadores habían pegado materiales inadecuados sobre las obras o en zonas que no habían sido destinadas por los artistas para esa clase de intervenciones. Pero además, y lo más grave, es que uno de los trabajos fue dañado.
Ante esta situación, los artistas decidieron suspender la exposición por falta de garantías. "Nosotros no queríamos que lo hicieran, porque era una muy buena muestra. Y exitosa. Pero tampoco aceptaron que en el laboratorio de restauración del Museo Timoteo Navarro se hicieran los arreglos, y tomaron esa resolución", le contó a LA GACETA la Directora de Artes Visuales, Raquel Zeitune.
¿Pero qué es lo que sucedió? El museo tiene organizadas una serie de visitas guiadas, dirigidas a estudiantes secundarios, que se efectúan durante la siesta. Es un horario en el que hay menos personal, porque solo se abre el edificio para estas visitas pactadas. "Estamos investigando todavía lo que pasó. Pero hubo chicos que dibujaron donde estaba prohibido y pusieron color en otros trabajos. Lo peor fue que arrancaron unas hojas y escribieron allí leyendas que no correspondían, como 'egresados 2012' y esas cosas que suelen escribir los adolescentes", describió la directora.
El Museo Timoteo Navarro cuenta con cámaras de seguridad en sus diferentes salas, pero en la Spilimbergo hay distintas zonas en las que esas cámaras no graban, no tienen alcance. Justo fue allí donde se cometieron estos hechos de vandalismo. "Incluso tenemos detectada una docente de plástica que modificó el reflector. Nosotros estamos tratando de mejorar esta situación, pero asumimos que hubo fallas de la gente del Museo en no ver estas situaciones. Insisto, sucedió durante la siesta, que es un horario muy vulnerable para nosotros. Pero también hubo fallas en señalar qué y dónde podía intervenir el público en las obras", advirtió Zeitune.
La muestra "Yo dibujo" fue planteada por los artistas como un work in progress en el que algunos dibujos podían contar con la participación del público. La obra dañada pertenece a la artista Antonella Aparicio.
Ante esta situación, los artistas decidieron suspender la exposición por falta de garantías. "Nosotros no queríamos que lo hicieran, porque era una muy buena muestra. Y exitosa. Pero tampoco aceptaron que en el laboratorio de restauración del Museo Timoteo Navarro se hicieran los arreglos, y tomaron esa resolución", le contó a LA GACETA la Directora de Artes Visuales, Raquel Zeitune.
¿Pero qué es lo que sucedió? El museo tiene organizadas una serie de visitas guiadas, dirigidas a estudiantes secundarios, que se efectúan durante la siesta. Es un horario en el que hay menos personal, porque solo se abre el edificio para estas visitas pactadas. "Estamos investigando todavía lo que pasó. Pero hubo chicos que dibujaron donde estaba prohibido y pusieron color en otros trabajos. Lo peor fue que arrancaron unas hojas y escribieron allí leyendas que no correspondían, como 'egresados 2012' y esas cosas que suelen escribir los adolescentes", describió la directora.
El Museo Timoteo Navarro cuenta con cámaras de seguridad en sus diferentes salas, pero en la Spilimbergo hay distintas zonas en las que esas cámaras no graban, no tienen alcance. Justo fue allí donde se cometieron estos hechos de vandalismo. "Incluso tenemos detectada una docente de plástica que modificó el reflector. Nosotros estamos tratando de mejorar esta situación, pero asumimos que hubo fallas de la gente del Museo en no ver estas situaciones. Insisto, sucedió durante la siesta, que es un horario muy vulnerable para nosotros. Pero también hubo fallas en señalar qué y dónde podía intervenir el público en las obras", advirtió Zeitune.
La muestra "Yo dibujo" fue planteada por los artistas como un work in progress en el que algunos dibujos podían contar con la participación del público. La obra dañada pertenece a la artista Antonella Aparicio.
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