Falú- Topo: dos talentos unidos en el escenario

"Me gustaría que todo lo que se vende sirva para formar, que lo mediático sea formativo...", anhela Juan Falú.

DEFINICIONES. No soy antimercado, eso es ideologismo, pero no parto de las fórmulas de marketing. PRENSA CENTRO CULTURAL VIRLA DEFINICIONES. "No soy antimercado, eso es ideologismo, pero no parto de las fórmulas de marketing". PRENSA CENTRO CULTURAL VIRLA
22 Junio 2012

"Todas las emociones pueden ser disparadas por la música, y no solo las llamadas positivas. El mercado cree que hay que despertar la alegría, porque la alegría vende, pero también vende el amor, y eso que en el amor puede haber tragedia y drama". Con su tono pausado, entre cauto y espontáneo, las palabras de Juan Falú se escuchan reflexivas a través del teléfono, en una entrevista que le hizo LA GACETA. Falú actuará esta noche junto a Topo Encinar. Será la primera vez que lo harán juntos.

-¿Qué piezas interpretarán en el recital de esta noche?

- Bueno, es la primera vez que compartimos los dos un recital. Vamos a hacer un repertorio de Pepe Núñez, que siempre está presente; a él no es necesario hacerle un homenaje, porque siempre lo recordamos. Es un músico que atraviesa generaciones y en la actualidad lo tocan hasta los más jóvenes. En particular vamos a hacer una obra que escribimos Pepe y yo, el "Zonko querido", que es una chacarera. Fue como un pedido de Pepe a su corazón, de resistencia; un diálogo entre Pepe y su corazón, su última composición, y tuve la suerte de poner la música. También dos zambas de Poli Soria. Y después veremos qué sale del encuentro.

-¿Ustedes se permiten improvisar en el escenario?

- Claro, como en los encuentros informales que tenemos los músicos. Improvisar tampoco es una calidad que tenga que ser considerada superlativa; es una condición de los músicos cuando tocan con espontaneidad, pero no por eso hay que rendirle pleitesía a la improvisación. El público a veces no percibe que eso que uno está haciendo en el escenario es improvisar, pero la verdad es que lo que importa es el resultado artístico, estar en regocijo con la música.

- ¿El regocijo es la búsqueda de sus creaciones?

- Mirá, ahora que lo pienso, es la primera vez que uso esa palabra: regocijo. Lo importante es el estado confortable del alma y de la poesía, a veces con la alegría, la reflexión o la tristeza. Todas las emociones pueden ser disparadas por la música, y no solo las llamadas positivas, aunque el mercado busque hacernos creer que solo hay que mostrar alegría…

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- Porque la alegría vende...

- Sí, la alegría vende, pero también el amor, a pesar de que en él puede haber tragedia y drama… Pero nosotros estamos en otra línea más profunda que esa, es decir, y cuando digo nosotros me refiero a que muchos músicos estamos en eso.

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- ¿Es antimercado?

- No me considero antimercado, eso me suena mucho a un ideologismo panfletario, que es otra fantasía. Quiero decir que creo que hay un mercado también para lo que uno hace. Suena fea la palabra mercado, como se usa ahora. Nosotros no partimos de las fórmulas del marketing. Eso siempre existió, pero nos es ajeno. Me gustaría que todo lo que se vende sirva para formar, que lo mediático sea formativo… Hubo una época en que era popular cantar "La nochera" o a Yupanqui, que lo cantaba todo el mundo.

- Usted además marca políticas, desde el Fondo Nacional de las Artes, como integrante de su directorio.

- Lo que hace el FNA es apoyar, marca en su escala, pero las políticas culturales las deciden en el Ejecutivo.

- ¿Y usted qué opina de esas políticas?

- Hay muchas que sí, efectivamente comparto. Pero también creo que todavía falta demasiado por hacer. Hay una noción de federalismo muy importante, por ejemplo.

- En un texto usted escribió que el mayor elogio que recibió en 40 años de músico es que puede sonar a viejo y a nuevo. ¿Por qué lo destacó?

- Sí, así es, y me refiero a mi música, claro está. Afuera también me hicieron un elogio tremendo: que a través de mi música habían sentido que conocieron mi tierra. Es un elogio al arte, no a uno que, finalmente, es un intérprete. Cuando se dice que a uno lo aplauden en realidad es al arte que uno hace; si no, es un alimento más para el ego. Lo más grato es cuando se sabe que es un aplauso a lo que uno hace.





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