De Jujuy a Estados Unidos, con previa escala en Buenos Aires. Tamara Casasola, que ganó protagonismo en la edición 2011 del reality por haber llorado durante gran parte su estadía en la casa, por cuestiones familiares, acaparó la atención de los portales norteamericanos por la producción hot que realizó en marzo para la revista "Maxim". Aunque la morocha no logró ganar el certan, y mucho menos llegar a la final del certamen, logró captar la atención de las cámaras y los medios con sus curvas y su belleza norteña. Así, Tamara llegó a ser tapa de revistas masculinas. La jujeña se operó las lolas antes de entrar a Gran Hermano y al salir pasó nuevamente por el quirófano y se retocó la nariz. LA GACETA ©