Por Guillermo Monti
07 Junio 2012
TUcumanos es de los tucumanos. No es un juego de palabras, encarna un espíritu, una cultura de trabajo, una certeza cada vez que un periodista sale a la calle. Implicó -nada menos- que cuestionar y discutir el concepto de noticia, uno de esos tabúes de la profesión que la vida 2.0 ha puesto en veremos de unos años a esta parte.
A TUcumanos lo hacen las historias de los tucumanos. Todos los días. Y a lo que ocurre más allá de nuestras fronteras lo contamos con el filtro de nuestra mirada. Considerando, por sobre todo, cómo los hechos nos afectan, nos alteran, nos sacuden. Cómo influyen y nos hacen pensar. ¿Y si no producen ninguno de esos efectos? Que pasen de largo. Y a defender contra viento y marea esta concepción del periodismo contra el antiguo mandato de que absolutamente todo debe publicarse.
TUcumanos intenta ser una apuesta por la originalidad, por la sorpresa, por la multiplicidad de voces. Por las historias extraordinarias de personas comunes. Que les permiten -justamente- convertirse en personas extraordinarias. Ese es, precisamente, el corazón de TUcumanos. Nos pone felices cada vez que reflejamos en estas páginas lo que nos pasa. Es nuestro desafío de todos los días. Hasta mañana.
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