El secreto está en cómo preparás la masa

Tamizá bien 250 g de harina, armá con ella un volcán y abrí una boca en el centro; allí pondrás tres cucharadas soperas de aceite neutro, una pizca de sal y la cantidad necesaria de agua tibia (es importante la temperatura, porque te facilitará la tarea de estirar la masa). Con la ayuda de una espátula ancha integrá todo y armá la masa rápidamente, para que no se formen grumos.

Hecha a mano
Luego hay que trabajarla, para que se desarrolle el gluten y se quiebre (de lo contrario, será casi imposible estirarla): tirala varias veces con fuerza contra la mesada y golpeala, alternando con un fuerte amasado a mano. Poco a poco todos los ingredientes se integrarán y podrás armar un bollo. El proceso demora entre 10 y 15 minutos; depende de la experiencia... ¡y de la fuerza! Pero recordá que una buena masa se consigue con trabajo, no agregando harina. El bollo se pone en papel film pintado con aceite o con manteca clarificada; también se pinta la masa para mantenerla húmeda y facilitar el estirado. Se envuelve y se deja descansar en un lugar tibio unos 45'

El momento clave
Hacen falta ciertos preparativos: quitarse de manos y brazos todo lo que pueda provocar que la masa se enganche y se abra; elegir un lugar cálido y sin corrientes de aire que puedan secar la masa, y cubrir la mesada con un mantel y espolvorearlo con harina para que la masa no se pegue.

La masa debe quedar cubierta de materia grasa; solo se pone un poquito de harina donde vamos a tocarla. Se estira muy de a poco, haciéndola girar con las manos lenta y suavemente. Si se rompe se puede "parchar", cuidando que las uniones queden lo más imperceptibles posible. Cuando hayas avanzado bastante en la tarea, apoyá la masa cuidadosamente sobre el mantel que has dejado enharinado.


ESTIRAR
Una vez colocada la masa sobre el mantel, seguí estirando, siempre con los dedos hacia abajo para no agujerearla. Pintala con manteca clarificada y distribuí el relleno; solo deben quedar libres los bordes de tres de los lados.

ENROLLAR
Armarlo también tiene sus secretos. Lo más conveniente, para evitar roturas, es que te ayudes con el mantel para enrollarlo. Luego, con los bordes que dejaste libres al rellenar sellarás tu Strudel, para evitar que "se escape" el contenido

PINTAR
Cuando tengas listo tu Strudel, colocalo en una placa engrasada y pincelá la masa con manteca clarificada. Esto evitará que se quiebre durante la cocción. Llevalo entre 40 y 45' a horno moderado. Lo ideal es servirlo tibio, espolvoreado con azúcar impalpable.