Un motor para lanzar a River a la cima

Un motor para lanzar a River a la cima

Sánchez, que marcó un golazo desde 40 metros, festejó su buen momento y el del grupo

UN TRACTOR. El volante uruguayo fue una pesadilla para los marcadores decanos. Metió cuando la situación lo requería, puso fútbol y anotó un golazo para sentenciar el resultado. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO UN TRACTOR. El volante uruguayo fue una pesadilla para los marcadores "decanos". Metió cuando la situación lo requería, puso fútbol y anotó un golazo para sentenciar el resultado. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
13 Mayo 2012
Fue uno de los "motorcitos" que impulsó a River hacia una victoria largamente festejada. Su constante ida y vuelta por el carril derecho fue fundamental para que el "millonario" se lleve de Tucumán tres los puntos que hoy le permiten ser líder transitorio de la B Nacional, al menos hasta que juege mañana Instituto contra Boca Unidos. Carlos Sánchez fue un "pistón" en el medio de River y coronó su actuación con un golazo. Recibió una pelota en mitad de cancha, calibró la mira y sacó una bomba teledirigida que quemó la red del arco del "decano" Dei Rossi.

"Sacamos adelante un partido que se había complicado. Entramos dormidos y lo pagamos con un gol en contra. Por suerte pudimos darlo vuelta con mucha entrega", afirmó el volante uruguayo.

La desenfrenada corrida tras su conquista y el interminable abrazo con Matías Almeyda denota el desahogo del volante, que no la venía pasando bien en el último tiempo. "Le dediqué el gol a él porque siempre me bancó cuando las cosas no me salían. Es una manera de retribuir su confianza", contó Sánchez, que volvió a sentirse importante dentro del equipo. "Fue un desahogo para mí. Esta vez pude aportar mi granito de arena y eso me llena de felicidad", dijo. Está feliz, pero es consciente de que queda un camino por recorrer.

A pesar del triunfo, River mostró muchas falencias defensivas y, prácticamente, regaló dos goles. "Son cosas que no pueden volver a pasar. Debemos mejorar el juego aéreo, que es nuestro déficit. Quedan cinco finales y debemos achicar el margen de error para poder llegar al objetivo, que es devolver a River a la máxima categoría".

El torneo ingresó en la recta final y Sánchez no quiere sorpresas, por eso pide el último esfuerzo. "Debemos ganar todos los partidos que nos quedan para no depender de nadie. Este grupo es de fierro y siempre salió adelante a pesar de todas las contingencias que se nos presentaron. Por eso, estoy seguro que vamos a hacer feliz a nuestra gente", expresó.

Por último, explicó la jugada polémica de la tarde. "Jonatan (Maidana) estaba de espaldas a la jugada. Fue mano, pero casual", destacó.

Sánchez mató dos pájaros de un tiro: River ganó y él volvió a ser importante. Más no puede pedir.

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