04 Mayo 2012 Seguir en 
Los alumnos votan para completar los consejos directivos
El estamento clausura la primera etapa del proceso comicial universitario que arrancó el 20 de abril, con la elección de consejeros docentes. Los estudiantes van a elegir hoy sus representantes en los órganos deliberativos de gobierno de cada facultad. Por los 39 cargos en juego pelearán 53 listas de las 13 facultades
Entre las 8 y las 18 de hoy, estudiantes de las 13 facultades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) irán a las urnas para elegir los 39 representantes de este estamento para los consejos directivos. Este órgano deliberativo de gobierno de cada unidad académica está compuesto por 11 miembros: seis docentes -dos por cada categoría: a) titulares, b) asociados y adjuntos y c) jefes de trabajos prácticos y auxiliares-, tres estudiantes, un egresado y un no docente. A estos se les suma el decano que, aunque preside la sesión, no cuenta para el quórum y sólo vota en caso de empate.
El padrón de los estudiantes habilitados para sufragar incluye únicamente a los que revisten carácter regular; es decir, a los alumnos que hayan aprobado por lo menos dos materias durante el ciclo lectivo anterior. Precisamente, este requisito inhabilita para sufragar a los ingresantes, que representan un importante porcentaje de alumnos en la UNT.
Del mismo modo, los candidatos también deben cumplir algunos requisitos para poder postularse. Estos son tener aprobado como mínimo el 30% de las materias de su carrera y ser regulares. Debido a estas condiciones, la mayoría de los que persiguen un cargo en los consejos se encuentren cursando el tercer año u otro superior.
Repartidas en todas las facultades -aunque no en forma homogénea-, 53 listas pelearán por las 39 consejerías. Mientras que en Ciencias Naturales se presentan dos listas, en Filosofía y Letras y en Artes compiten seis. En Agronomía, en Bioquímica, en Ciencias Económicas, en Odontología y en Psicología se presentaron tres listas. En Ciencias Exactas, cuatro; y en Arquitectura, en Derecho, en Educación Física y en Medicina, cinco.
En la mayoría de los casos, dos listas logran consejeros estudiantiles. Esto se debe a que los tres cargos en juego se distribuyen mediante la metodología conocida como la Ley Sáenz Peña: dos bancas para la mayoría, la restante para la primera minoría. Sin embargo, puede darse el caso de que una lista se quede con todas las consejerías en disputa. Para que ello ocurra, la lista que resulte segunda tras el conteo de votos no debe llegar al 20% de los votos positivos: los válidos (emitidos mediante boleta oficializada) y los blancos.
No obstante, en la práctica funcionan algunas estrategias -por lo general ejecutadas desde los oficialismos (rectorado y decanatos)- para que un sector siente alumnos afines en los cargos. La más utilizada consiste en impulsar dos listas desde un mismo grupo político. De ese modo, si una sale primera y otra le sigue, los tres cargos habrán sido logrados por un espacio.
Con la elección de este estamento se cierra la primera etapa del proceso comicial que arrancó el 20 de abril, con la elección de consejeros docentes.
El padrón de los estudiantes habilitados para sufragar incluye únicamente a los que revisten carácter regular; es decir, a los alumnos que hayan aprobado por lo menos dos materias durante el ciclo lectivo anterior. Precisamente, este requisito inhabilita para sufragar a los ingresantes, que representan un importante porcentaje de alumnos en la UNT.
Del mismo modo, los candidatos también deben cumplir algunos requisitos para poder postularse. Estos son tener aprobado como mínimo el 30% de las materias de su carrera y ser regulares. Debido a estas condiciones, la mayoría de los que persiguen un cargo en los consejos se encuentren cursando el tercer año u otro superior.
Repartidas en todas las facultades -aunque no en forma homogénea-, 53 listas pelearán por las 39 consejerías. Mientras que en Ciencias Naturales se presentan dos listas, en Filosofía y Letras y en Artes compiten seis. En Agronomía, en Bioquímica, en Ciencias Económicas, en Odontología y en Psicología se presentaron tres listas. En Ciencias Exactas, cuatro; y en Arquitectura, en Derecho, en Educación Física y en Medicina, cinco.
En la mayoría de los casos, dos listas logran consejeros estudiantiles. Esto se debe a que los tres cargos en juego se distribuyen mediante la metodología conocida como la Ley Sáenz Peña: dos bancas para la mayoría, la restante para la primera minoría. Sin embargo, puede darse el caso de que una lista se quede con todas las consejerías en disputa. Para que ello ocurra, la lista que resulte segunda tras el conteo de votos no debe llegar al 20% de los votos positivos: los válidos (emitidos mediante boleta oficializada) y los blancos.
No obstante, en la práctica funcionan algunas estrategias -por lo general ejecutadas desde los oficialismos (rectorado y decanatos)- para que un sector siente alumnos afines en los cargos. La más utilizada consiste en impulsar dos listas desde un mismo grupo político. De ese modo, si una sale primera y otra le sigue, los tres cargos habrán sido logrados por un espacio.
Con la elección de este estamento se cierra la primera etapa del proceso comicial que arrancó el 20 de abril, con la elección de consejeros docentes.
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