Surge como fruto del Concilio Vaticano II

Surge como fruto del Concilio Vaticano II

La oración y la formación son dos grandes pilares de la organización.

GRUPO DE ORACION. El padre Javier Juárez asesora al movimiento  laico. GRUPO DE ORACION. El padre Javier Juárez asesora al movimiento laico.
14 Marzo 2012
La Iglesia celebrará en 2017 el cincuentenario de la Renovación Católica en el mundo. El movimiento surgió como expresión viva de un grupo de oración en la década del 60, en los Estados Unidos. "En 1967 un grupo de jóvenes y dos profesores de la Universidad de Duquesne decidieron orar juntos para pedir el bautismo en el Espíritu Santo. Vivieron una experiencia muy fuerte, que luego fue imitada por jóvenes de otras universidades de Europa. En la actualidad el movimiento está en todo el mundo, como fruto del Concilio Vaticano II", resume el padre Javier Suárez, asesor de la Renovación Carismática Arquidiocesana.

"Más que un movimiento, sus fieles lo ven como una corriente de gracia que viene del Espíritu Santo, y actúa en nosotros mostrándonos la grandeza de Dios", explica el sacerdote.

La Renovación Carismática se basa en la experiencia de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y María a los 50 días de la resurrección del Señor.

"De pronto vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, las que, separándose, se fueron posando sobre cada uno de ellos; y quedaron llenos del Espíritu Santo…" (Hechos 2,3-4.). La renovación carismática se organiza en "grupos de oración" a cargo de coordinadores. Estos grupos se reúnen periódicamente (una vez por semana) para alabar, adorar y bendecir al Señor, leer las Escrituras y compartir su testimonio de conversión. También organizan congresos carismáticos de alabanza para grupos en particular, de adolescentes y jóvenes, de la vida consagrada, de matrimonios, de solteros o generales. En estos congresos y seminarios se enfatizan la predicación, la oración, la música, la alabanza, los testimonios de conversión de vida y las sanaciones del cuerpo y del alma.

El otro gran modelo de organización es el de las comunidades de alianza, que se dan cuando un grupo de carismáticos se compromete con estatutos, votos, diezmos y otras estructuras. Se calcula que alrededor del 12% de los católicos son carismáticos, de los cuales la mayor parte son latinoamericanos.

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