"Un proyecto que afecta a los campos de la vida y la familia"

En el inicio del año Parlamentario la señora Presidenta de la Nación comunicó su decisión de presentar el proyecto de Reforma del Código Civil Argentino. Indudablemente, la Iglesia en su conjunto, como parte social de este país, no puede dejar de observar y de dar su opinión sobre el tema, considerando que las leyes generan costumbres y nuevos paradigmas en el estilo de la vida humana, familiar y social.

Sin pretender un análisis estrictamente jurídico, desde la cosmovisión humana del orden natural y cristiana, se puede observar que el Proyecto olvida, cambia y genera nuevas cosmovisiones que afectan sustancialmente a los campos de la vida y la familia. Para la Iglesia, estos campos son de vital importancia ya que constituyen la base sustantiva de orden social. Siguiendo al Director del Centro de Bioética, Persona y familia de Buenos Aires, Nicolás Laferriére, podríamos enumerar algunos puntos a tener en cuenta, partiendo de las versiones preliminares que han circulado en ambientes académicos.

Uno de esos puntos es la desaparición del deber de fidelidad en el matrimonio: en el libro dedicado al matrimonio y concretamente a los deberes de los esposos, desaparecería el deber de fidelidad, en lo que constituiría un paso más en el progresivo deterioro de la institución matrimonial.

Otro punto es la legalización del llamado "divorcio express": según el anteproyecto, el divorcio podría ser por petición de dos partes o por simple petición de uno de los cónyuges, sin necesidad de invocar causales o esperar plazos y además prohibiendo las cláusulas que pudieran restringir la facultad de solicitarlo.

También se incluiría la desaparición de la atribución de culpa en la disolución del vínculo matrimonial: junto con el divorcio "express" antes mencionado, se eliminarían las causales subjetivas de atribución de culpa en la provocación del divorcio y se incorporaría un complejo sistema de compensaciones económicas que tendería a disolver cualquier contenido moral del matrimonio. Estos puntos ponen a la estabilidad del vínculo familiar en una praxis de "provisoriedad" relativizando los elementos que solidifican el Vínculo matrimonial. El matrimonio y la familia van quedando ligados a la mera decisión individual de una de las partes, olvidando la naturaleza de bien común que supone su existencia. Nunca se debe olvidar que la decisión legal genera costumbres en las generaciones venideras, no solo "solucionarían" casos individuales presentes. Hay que ver el futuro de la familia argentina en los próximos años.

La reforma del Código Civil es central para la vida social argentina, lo que se pone en juego no son valores económicos ni siquiera meras concepciones jurídicas y sociales, lo que está en juego es el irreductible bien del matrimonio y la familia que ya viene sufriendo por las diversas leyes que lo vienen deteriorando. La prueba del creciente número de divorcios en estos últimos diez años (un millón), no confirma que el matrimonio entre el varón y la mujer es imposible, sino que presenta el grave deterioro al que se encamina la única sociedad estable natural que tiene toda nación, como lo es la familia.