Arquitectos piden que se la conserve y se la destine a la cultura

Arquitectos piden que se la conserve y se la destine a la cultura

Partidos políticos de la oposición presentaron en la Justicia un recurso de amparo con el fin de que se impida la demolición del solar.

13 Enero 2012
Las voces en contra de la posible demolición de la Casa Sucar se multiplican y provocan acciones concretas. El Colegio de Arquitectos (CAT) instó a los poderes públicos a proteger la integridad física de esta valiosa obra arquitectónica, según expresó, y a la vez incluirla en un eventual plan de apertura de edificios destinados a la cultura, con vistas a las celebraciones del Bicentenario de la Independencia. "La Casa Sucar (Salta 532), edificada en 1923, es una pieza de indiscutible valor arquitectónico; un singular exponente de calidad, tanto tipológica (villa suburbana sobre bulevar), como estilística (Modernismo hibridado con otras corrientes propias de principios del siglo XX). Desde el punto de vista urbano integra, junto con las propiedades vecinas, un conjunto de excepcionales características morfológicas de una cuadra de irrepetible significado paisajístico-ambiental", dice el CAT, en un comunicado suscripto por su presidente, Juan Ramazzotti.

A su vez, la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Demócrata Cristiano (DC) presentaron en la Justicia una acción de amparo y una medida de no innovar con el propósito de impedir la eventual demolición de esta señorial casona. Para ello, solicitaron que sea declarado asunto de feria.

La presentación fue efectuada por los titulares de ambos partidos políticos opositores, el radical Brígido Ibarreche y el demócrata cristiano, José Páez.

En la presentación, efectuada a la Cámara en lo Contencioso Administrativo, se señala que el solar forma parte del Patrimonio Arquitectónico y Cultural de Tucumán. "La demolición sería ilegal y violatoria de derechos de los que son titulares todos los habitantes de la provincia de Tucumán", dice el escrito.

Además, se señala que "el trámite del pedido de autorización para la demolición fue iniciado por Viluco SA" el 23 de diciembre pasado. Viluco es una compañía del Grupo Lucci, cuyos máximos representantes son Daniel y Pablo Lucci, hijos del fallecido empresario citrícola Vicente Lucci, en honor a quien se inauguró en 2003 la fundación que lleva su nombre y que funcionó hasta hace unos meses en esta casa que ahora se pretende demoler. "Resultan ilegales, irrazonables, ilegítimas e inconstitucionales las actitudes de los propietarios actuales o nuevos, visibles u ocultos, con la intención de pretender demoler dicha propiedad", se dice en la presentación judicial. "(La demolición) sería un daño irreparable e irreversible, empobrecedor de nuestra ciudad", agrega.

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