El peso de la historia es real en Chicligasta
Se dice que por allí pasó San Francisco Solano. La capilla es la más antigua de Tucumán, pero el mantenimiento es mínimo, o nulo. Los vecinos temen que el edificio, declarado Monumento Histórico, se caiga en cualquier momento. Las paredes apenas se sostienen. Pronto llegarán las fiestas patronales y todos quieren evitar una tragedia.
¿Y AHORA QUÉ HACEMOS? Uno de los vecinos se subió a una escalera y le mostró a LA GACETA el estado en el que se encuentra el histórico campanario de la capilla. Parece a punto de derrumbarse. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
A ella, que es parte de la historia, no hay "médico" que la atienda, y pareciera que a pocos les preocupa. El deterioro de la capilla Nuestra Señora de La Candelaria, de Villa Chicligasta, se profundiza sin tregua: el riesgo de que un sector del templo se venga abajo es cada vez mayor.
La amenaza más inquietante se cierne en el sector de la torre del campanario. Desde el frente del edificio se observa con nitidez una profunda grieta de unos tres metros que se extiende desde la mitad hasta la cúspide. Es como si una espada la hubiera herido de muerte. El fuerte temblor que sacudió la zona hace cinco años agravó la situación. Hay más grietas en diferentes lugares de la construcción, que se remonta a 1797. Algunos datos históricos sostienen que ya en 1595 en el lugar existía una capilla y que la actual fue levantada sobre sus ruinas. Por aquí habría pasado San Francisco Solano, el sacerdote franciscano que fue canonizado en 1726 por Benedicto XIII.
En el pueblo nadie entiende el abandono que padece la iglesia más antigua de Tucumán. Aunque en agosto de 1941 fue declarada Monumento Histórico Nacional nunca se le brindaron los cuidados que merece y necesita.
Reclamos
"Todos estamos muy afligidos porque nuestra iglesia está cada vez peor. El campanario se va a caer en cualquier momento. Nos da miedo la fisura que hay en la pared. Hicimos reclamos ante la Provincia para que vengan a arreglarla, pero desde hace años no se hizo nada", comentó la vecina Graciela Arias. Desde el obispado de Concepción a los lugareños les dijeron que la capilla, al ser un Monumento Histórico, debe ser refaccionada únicamente por profesionales de la Dirección de Patrimonio.
En el interior hay imágenes muy valiosas, que datan de los siglos XVII y XVIII. Una de ellas es la de Nuestra Señora de La Candelaria. Los vecinos refieren que la imagen de la Virgen patrona que se exhibe en la capilla fue encontrada abandonada hace 400 años, a orillas de la antigua ruta que en los tiempos de la colonización comunicaba el norte con Buenos Aires. La campana se remonta al 1.700.
Villa Chicligasta es uno de los pocos pueblos del interior que tiene dos fiestas patronales al año. El 13 celebró una en honor a Santa Lucía y se apresta a festejar el 2 de febrero la de La Candelaria. Esta última es la más importante. Desde un día antes los alrededores de la plaza Manuel Felipe Garretón se convierten en una romería, con devotos y vendedores que confluyen desde varios puntos de la provincia.
"No queremos que lleguen las fiestas de nuestra patrona y la iglesia se muestre así, en un estado deplorable. Además es un enorme riesgo para la seguridad de la gente. Algo tiene que hacerse para no seguir exponiendo a los fieles", apuntó Mariela Godoy.
Los vecinos recuerdan que hace unos 15 años en el templo se realizaron trabajos en el techo. Se cambiaron las tejas que tras un temblor habían quedado desplazadas. Hoy temen que esos materiales terminen cayéndose.
El comisionado comunal, MarioCastro, reconoció la gravedad del problema. "La torre se cae y eso está a la vista -enfatizó-. El techo es otro de los sectores afectados. Hablé con los técnicos de Patrimonio y se comprometieron a venir a estudiar el problema para darle una solución. Es lamentable que al edificio se lo haya descuidado tanto".
Castro comentó que su personal sólo puede hacer tareas de limpieza. "No podemos tocar nada sin la intervención de los técnicos de la Provincia", advirtió. Mientras tanto, los vecinos de Villa Chicligasta rezan a fin de que la asistencia no llegue demasiado tarde. La historia se les puede venir encima.
La amenaza más inquietante se cierne en el sector de la torre del campanario. Desde el frente del edificio se observa con nitidez una profunda grieta de unos tres metros que se extiende desde la mitad hasta la cúspide. Es como si una espada la hubiera herido de muerte. El fuerte temblor que sacudió la zona hace cinco años agravó la situación. Hay más grietas en diferentes lugares de la construcción, que se remonta a 1797. Algunos datos históricos sostienen que ya en 1595 en el lugar existía una capilla y que la actual fue levantada sobre sus ruinas. Por aquí habría pasado San Francisco Solano, el sacerdote franciscano que fue canonizado en 1726 por Benedicto XIII.
En el pueblo nadie entiende el abandono que padece la iglesia más antigua de Tucumán. Aunque en agosto de 1941 fue declarada Monumento Histórico Nacional nunca se le brindaron los cuidados que merece y necesita.
Reclamos
"Todos estamos muy afligidos porque nuestra iglesia está cada vez peor. El campanario se va a caer en cualquier momento. Nos da miedo la fisura que hay en la pared. Hicimos reclamos ante la Provincia para que vengan a arreglarla, pero desde hace años no se hizo nada", comentó la vecina Graciela Arias. Desde el obispado de Concepción a los lugareños les dijeron que la capilla, al ser un Monumento Histórico, debe ser refaccionada únicamente por profesionales de la Dirección de Patrimonio.
En el interior hay imágenes muy valiosas, que datan de los siglos XVII y XVIII. Una de ellas es la de Nuestra Señora de La Candelaria. Los vecinos refieren que la imagen de la Virgen patrona que se exhibe en la capilla fue encontrada abandonada hace 400 años, a orillas de la antigua ruta que en los tiempos de la colonización comunicaba el norte con Buenos Aires. La campana se remonta al 1.700.
Villa Chicligasta es uno de los pocos pueblos del interior que tiene dos fiestas patronales al año. El 13 celebró una en honor a Santa Lucía y se apresta a festejar el 2 de febrero la de La Candelaria. Esta última es la más importante. Desde un día antes los alrededores de la plaza Manuel Felipe Garretón se convierten en una romería, con devotos y vendedores que confluyen desde varios puntos de la provincia.
"No queremos que lleguen las fiestas de nuestra patrona y la iglesia se muestre así, en un estado deplorable. Además es un enorme riesgo para la seguridad de la gente. Algo tiene que hacerse para no seguir exponiendo a los fieles", apuntó Mariela Godoy.
Los vecinos recuerdan que hace unos 15 años en el templo se realizaron trabajos en el techo. Se cambiaron las tejas que tras un temblor habían quedado desplazadas. Hoy temen que esos materiales terminen cayéndose.
El comisionado comunal, MarioCastro, reconoció la gravedad del problema. "La torre se cae y eso está a la vista -enfatizó-. El techo es otro de los sectores afectados. Hablé con los técnicos de Patrimonio y se comprometieron a venir a estudiar el problema para darle una solución. Es lamentable que al edificio se lo haya descuidado tanto".
Castro comentó que su personal sólo puede hacer tareas de limpieza. "No podemos tocar nada sin la intervención de los técnicos de la Provincia", advirtió. Mientras tanto, los vecinos de Villa Chicligasta rezan a fin de que la asistencia no llegue demasiado tarde. La historia se les puede venir encima.








