Los grupos de apoyo permiten sobrellevar mejor las limitaciones

Los grupos de apoyo permiten sobrellevar mejor las limitaciones

11 Noviembre 2011
El Parkinson es una enfermedad del sistema nervioso cuyos síntomas se manifiestan cuando hay una marcada reducción del nivel de dopamina, sustancia que se encarga de transmitir la información para el correcto control de los movimientos. Esto ocurre en una zona del cerebro llamada "sustancia negra".

"Los síntomas más típicos y frecuentes son: el temblor, la rigidez o endurecimiento muscular; la lentitud de los movimientos y la alteración de los reflejos posturales que permiten estar de pie de manera estable. De ahí que los enfermos tengan trastornos para caminar y falta de equilibrio. Algunas veces tienen la sensación de quedar pegados al piso, como congelados", detalló a LA GACETA Oscar Iguzquiza, titular de las cátedras de Neurología de la Facultad de Medicina, y de Neurobiología de la Facultad de Psicología de la UNT.

Los enfermos de Parkinson también sienten debilidad o fatiga, aunque el motivo más frecuente de consulta es por temblor en una mano. En algunos casos la expresión facial no da señales de emoción, característica que algunos denominan "cara de póker".

Dificultad para tragar

La lentitud en los movimientos suele producir algunas dificultades para tragar. Otros síntomas pueden ser la disminución del volumen de la voz, el cutis graso, dolores en los brazos o piernas debido a la rigidez muscular y la postura en flexión. La depresión, la ansiedad, la disminución del olfato y de la visión de los colores y los trastornos del sueño suelen aparecer antes que los signos conocidos. Iguzquiza destacó que pese a los avances de la neurología, aún se desconocen las causas del mal que también puede llevar a la demencia. "Se especula -afirmó- que factores genéticos asociados con otros del medio ambiente estarían involucrados en la pérdida de neuronas". El diagnóstico se realiza mediante un examen clínico. En las primeras etapas no siempre es fácil hacer lo porque la enfermedad puede ser confundida con otras afecciones. De ahí que sea importante consultar al neurólogo para que descarte la presencia de otras dolencias con síntomas semejantes, los llamados "parkinsonismos". Es una enfermedad crónica: por ahora no tiene cura, pero sí tratamiento para mejorar la calidad de vida del paciente. La nutrición, la actividad física y los ejercicios para la voz son importantes complementos del tratamiento médico. La participación en grupos de apoyo entre personas que sufren Parkinson, familiares y cuidadores permite también aprender de la experiencia de los demás.

Ayuda mutua

"Un grupo de apoyo mutuo no implica un intercambio de problemas sino de experiencias y vivencias que abren la mente y ensanchan los horizontes para poder enfrentar mejor las situaciones desconocidas o las limitaciones relacionadas con el mal", apuntó el médico. La enfermedad afecta de lleno el proyecto de vida de la persona; descubrir y fortalecer su lado espiritual puede abrir nuevas perspectivas y nuevos enfoques existenciales frente a la difícil experiencia de padecer la afección. Y estos grupos suelen fortalecer la espiritualidad.

"El Parkinson tiene impacto psicológico sobre la representación de uno mismo: ya no se es el que se era porque no se puede hacer todo lo que se hacía. El paciente debe revisar quién es ahora y qué puede hacer. El proyecto de futuro es muy importante, y la esperanza es lo que ayuda a construir el futuro. Aceptar la enfermedad, reconocer las limitaciones y los cambios que genera es parte del camino que hay que recorrer para mejorar la calidad de vida", remarcó Iguzquiza.

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