Los jóvenes prefieren trabajar en la oficina, no en casa

En materia de recursos humanos y empleo, cuenta la leyenda que, a la hora de elegir empleo, la llamada Generación Y (aquellos que hoy rondan los 30 años) preferiría trabajar fuera de la oficina, explotando al máximo sus destrezas y herramientas tecnológicas; y que , a diferencia de sus padres, que fueron adictos al trabajo, marcan límites horarios. Sin embargo, una investigación realizada por el consultor John Blackwell, del Reino Unido, sobre 25.000 empleados de firmas de primerísima linea de 19 países, concluye que a los jóvenes les gusta trabajar más en la oficina que en sus casas, lo más cerca posible del jefe; y que no les molesta trabajar con sobrecarga horaria. En cambio, son los más "viejos" los que eligen lugares y horarios más flexibles para desarrollar sus tareas laborales.

Otra sorpresa: a los treintañeros no les gusta pedirles a sus empleadores el acceso a redes sociales, por miedo de que los tilden de dispersos en el trabajo. Entre las conclusiones de ese trabajo, se advierte que esa tendencia podría tener impacto a la hora del rediseño de las firmas, que en el presente contemplan espacios y equipamiento más flexibles que las tradicionales oficinas.

¿Qué pasa en Tucumán? ¿Casa u oficina? La mayoría de los que respondieron a una convocatoria de LA GACETA on line apuestan por la oficina, porque encuentran que es un ámbito de socialización.

Romina Soria, una diseñadora web, trabaja sola en su casa desde hace cuatro años, como profesional independiente. "Trabajo con programadores que trabajan en su casa, dos en Salta y otros en Tucumán. Y aunque esto del free lance tiene sus ventajas -es impagable eso de poder manejar tus horarios- yo extraño, como creativa, el feedback con la persona de al lado. No es lo mismo que yo mande un JPG a que intereactuemos personalmente", opina. "Por ahí, si hay mucho trabajo en la PC y con internet, me voy a hacer un poco de "vida 1.0", de interactuar con la gente", se ríe esta chica entusiasta que integra grupos de emprendedores e innovadores como TedEx Tucumán y Tucumán Valley.

La diseñadora web cuenta también que hay firmas como Google Argentina en las que los empleados pueden elegir trabajar en casa. "Pero no les gusta, porque dicen que en sus casas trabajan el doble, que se distraen, y se ponen a hacer otra cosa", apunta.

De todos modos, añade la joven, hay perfiles ideales para trabajar en soledad, desde sus casas. Por ejemplo, dice que los programadores son aves raras a las que les cuesta socializar. "Hay gente que te habla más por la computadora que cuando te la encontrás por la calle. Tengo un compañero que cuando me lo cruzo se pone colorado", asegura la creativa.

Desde su experiencia como consultora en Recursos Humanos, la maester en Direción de Empresas Graciela Chamut avala el relato de Romina. Afirma que trabajar en casa le sirve a gente que tiene alguna situación especial, o a gente introvertida, para quien la sociabilidad no es importante. "La gente joven, en general, valora mucho lo social, en particular cuando se quiere desarrollar carrera. En esa situación, estar cerca del jefe es un plus. Por otra parte, la trama de relaciones sociales es importante a la hora de necesitar contactos o información. Hay una necesidad humana de contacto social", destaca la experta.

"Por supuesto que trabajar fuera de la oficina llena necesidades: por ejemplo, una madre que tiene un bebé, o gente que trabaja en contraturno. Yo no observo en Tucumán que haya una flexibilización en las empresas. En cambio, sí lo veo en tucumanos que han estado viviendo en el exterior, y que, cuando regresan, no encuentran acá mercado para lo suyo o quieren seguir reforzando las líneas de negocio que comenzaron afuera", concluye Chamut.