El "teleempleo" no es para cualquiera

En Tucumán hay algunas empresas que están comenzando a implementar la flexibilidad horaria para fomentar la conciliación entre vida laboral y vida privada, observa la experta en Recursos Humanos Mara Tomás.

Entre esas estrategias, la psicóloga enumera la flexibilidad en los días de permiso, vacaciones cortas, fuera de los períodos de vacaciones tradicionales; el abandono del lugar de trabajo por una emergencia familiar sin necesidad de justificar la ausencia con anterioridad. La especialista añade que hay empresas que incluyen tiempo libre para asuntos personales, un cierto número de horas al mes para ocuparse de asuntos personales y pasar más tiempo en familia (free day), un período sabático para empleados que tienen cierta antigüedad; o no asistir a la oficina el día del cumpleaños. Para las mujeres con hijos pequeños, hay empresas que contemplan la jornada laboral reducida.

Pero Tomás no observa que en las empresas tucumanas se haya impuesto el teletrabajo. Ocurre, señala la experta, que trabajar en casa requiere cualidades tales como: disciplina, constancia, capacidad de adaptación, aptitud para trabajar sin feedback, autocontrol para organizar el trabajo, sin supervisión exterior, facilidad para la toma de decisiones y resolución de problemas.

"Los trabajadores dependientes necesitan de otros para conseguir lo que quieren. Las personas independientes consiguen lo que quieren gracias a su esfuerzo. Las personas interdependientes combinan sus esfuerzos con los de otros para lograr un trabajo mejor. Por estas características, podemos darnos entender por qué los jóvenes de la generación "Y" y los jóvenes profesionales prefieren el trabajo en la oficina y supervisados por un jefe: aún están en un proceso de aprendizaje, para adquirir su "saber hacer". Cada uno de ellos otorga un significado diferente y tiene un vínculo particular con el trabajo", opina.

"Por otra parte - concluye- el trabajo también hace posible la relación del sujeto con los pequeños otros: compañeros, jefes, colaboradores. En el teletrabajo hay un límite en el lazo con el otro, por lo que se requiere de cierta independencia para poder realizarlo. Esto plantea un nuevo desafío, porque implica poder aprender recursos para operar mejor con los otros, para enlazar o desenlazar mejor. Por ejemplo cómo escuchar, cómo responder, cómo plantear demandas, cómo calcular el momento de hablar, de pedir, etc. Vemos que los jóvenes hacen una apuesta a las relaciones interpersonales, ya que esto les da ocasión de adquirir su saber hacer y su saber vincularse con los otros, en el trabajo"´.