Toda la música en una sola voz

Toda la música en una sola voz

En el cierre de la muestra, el documental que relata los pormenores del último trabajo de Mercedes Sosa hizo emocionar al público.

LA IMAGEN, LA MÚSICA, LA EMOCIÓN. Fabián Matus presenta el documental que tiene como protagonista a su madre, que sonríe en la pantalla. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO LA IMAGEN, LA MÚSICA, LA EMOCIÓN. Fabián Matus presenta el documental que tiene como protagonista a su madre, que sonríe en la pantalla. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO
Un espacio de espontánea solemnidad, con las almas en suspenso y los cuerpos esfumados. Una voz con precisión de relojero ocupa el aire que no quiere ni moverse, no vaya a ser que un ruido descuidado lo arruine todo. Esa voz da lugar a otra voz, que por momentos tiembla como si estuviera rindiendo el último examen de su vida. Hay admiración, una profunda admiración, y devoción. Pero cuando promedia la canción no es ya por "la mami", "La Negra", "La Mecha" o "la maestra", la anfitriona que los llamó a rubricar ese documento inmortal, sino por la música. Por toda la música, toda.

Pocas veces se presentó en vivo "Cantora, un viaje íntimo", el documental que registra los 13 meses de grabación de "Cantora", el álbum doble en el que Mercedes Sosa reunió más de 40 artistas para cantar 35 canciones, compartidas a dúo. Fue el filme elegido para cerrar la edición 2011 del festival Tucumán Cine "Gerardo Vallejo". Y aunque el Teatro San Martín no estalló como las salas que albergaron el encuentro, la emoción se encargó de llenar los espacios vacíos.

El documental se inmiscuye en el proceso de creación de esa última y colosal obra, una mezcla de generosidad, agradecimiento a la vida y último gusto de la tucumana. Con capricho de niña y de reina de la música, señaló con el oído a los intérpretes con los que siempre quiso cantar. Convocó a las más diversas y lejanas voces, desde Joan Manuel Serrat hasta Shakira o el reggaetoneroRené Pérez, de Calle 13. Ella dijo "con él quiero cantar" y de todo lo demás se encargaron su hijo, Fabián Matus, y Sony Music.

En esas salas de grabación, donde la perfección y el compromiso de los músicos dominaron la partida, se conoce otra Mercedes Sosa, diferente a la de los escenarios. "Qué hermoso que es cantaaaaar", exclama con emoción al terminar cada tema. Y seguramente habrá dicho lo mismo en las escenas que no se ven, en las canciones que grabó desde la cama debido a sus ya graves problemas de salud.

Golpes bajos

El disparo llega de inmediato: el primero que aparece en la pantalla es Gustavo Cerati para cantar "Zona de promesas" y se escucha el suspiro de la platea. El corazón se estruja y se enternece con el consejo de "La Negra": "¿sabés qué es lo que tenés que hacer antes de cantar, corazón? Hacer gárgaras con bicarbonato de sodio. ¿Sabés cómo te saca la voz?"

Entre canción y canción, las palabras de la cantora mitad tucumana mitad santiagueña cuentan de su vida, de la infancia pobre cuando sus padres la llevaban por las noches al parque 9 de Julio. Así no sentían el olor a comida de las casa vecinas y evitaban que se abriera aún más un apetito que no podía saciarse. "La pobreza nos ayudó a ser libres", sentencia Marcedes, y agradece a la vida, una y otra vez. Explica canciones, relata anécdotas, reafirma posturas y cuenta chistes. Ahí es la madre de tantos músicos, es la mujer que piensa y que dice, la cantora que sufre la soledad, ese pájaro grande multicolor que la acompañó en el exilio.

Pero vuelve la música y de nuevo "¡qué lindo que es cantar, por Dios, qué cosa hermosa!". Como dijo su hijo Fabián al presentar el documental: "la película cuenta la historia de una mujer casi desesperada por cantar, por transmitir el mensaje de sus canciones".

Enorme prueba

Nadie le dijo que no a Mercedes para armar ese disco. Algunos grabaron desde sus países, como Daniela Mercury, a otros los fueron a buscar, como a Charly García. "Te vi de tantas formas, pero nunca te vi así, tan bien", lo piropea "La Mecha".

Se notaban coloridas desigualdades en esos estudios de luz tenue y quietud: mientras Víctor Heredia le dice "mami" y Diego Torres se relaja por haber tenido "tantas reuniones en casa", el "Pelado"Cordera tiembla como un chico y pide empezar de nuevo cien veces. "Que Mercedes sepa que si no me sale mejor es porque no supe cómo hacerlo", resume.

Ella ríe, llora, habla y canta, y ante tanta tensión musical e histórica, los sentimientos se distienden cuando llegan los cuentitos de entrecasa. "Un día llamó a casa a las cinco de la tarde para preguntar ?¿cómo se llama la canción que hacés de Víctor Jara que es tan linda? A ver cantame un poquito, nene? Y a uno le da un poco de cosa canturrearle a Mercedes por teléfono, a la maestra", revela Pedro Aznar.

Mostrar "Cantora, un viaje íntimo" en el cierre de un festival en el que se narraron tantas historias quizás haya sido el mejor homenaje a dos años de la muerte de Mercedes Sosa. Tanto el disco como el DVD que exhibe su creación es un lujo del que nadie debe privarse. Resume la historia de la cantora y su amor apasionado por la música. Quizás Gustavo Micieli, del dúo Nuevo Cuyo, esté en lo cierto: "si la Tierra, si América pudiera cantar, seguramente lo haría con la voz de Mercedes Sosa".

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