Son más permeables ante la oferta de vender droga

El desempleo no justifica a estas familias.

09 Octubre 2011
El desempleo en barrios donde se vive en condiciones de pobreza empuja a muchas familias a vender drogas. Es algo que también se refleja en el Tribunal Oral Federal, donde se juzgan las causas por narcotráfico. Comercializar estupefacientes por necesidad o desesperación no es de ninguna manera un acto justificable, aclara la vocal del Tribunal, María Alicia Noli.

"Hoy vender drogas es una alternativa laboral en muchos barrios. La tendencia está más vinculada a la posibilidad de hacer dinero rápido en casa. Sin embargo, sabemos que esto es ilegal y que ingresan en un mundo peligroso, violento", señala la especialista.

En general, cuando llegan a juicio, los acusados no intentan justificar sus actividades ilegales, sino más bien quieren desvincularse. Pero casi siempre son desprolijos y tienen muchas pruebas en contra: en sus viviendas aparecen carteles indicando la venta de "papelitos" o "porros", hay movimientos extraños y filmaciones policiales que confirman el narcotráfico.

"Es cierto que la situación tan vulnerable de estas familias hace que sean más permeables cuando les ofrecen vender drogas", reconoce Noli. Este hecho sí se considera a la hora de graduar la pena. "No significa que no cometieron un delito. Claro que sí lo hicieron. Analizamos el contexto del acusado y especialmente cuál es la extensión del daño que provoca con su accionar en la comunidad. No es lo mismo distribuir drogas entre empresarios que venderles a adolescentes y chicos. Este último siempre es más crítico. En algunos casos la gravedad es tal que en la compra y venta aparece el chico capaz de matar en un robo para poder seguir consumiendo. Todo esto reflexionamos", concluye.

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