Los famaillenses cuidan su salud en Monteros

Los famaillenses cuidan su salud en Monteros

Los lugareños reclaman por mejores servicios en el hospital local.

FERIA Y LA CAMPAÑA. En la Ciudad de la Empanada, las calles fueron invadidas por los postulantes. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL FERIA Y LA CAMPAÑA. En la Ciudad de la Empanada, las calles fueron invadidas por los postulantes. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
22 Agosto 2011
Dicen que cuando se trata de una urgencia no queda otra: deben pagar los $ 50 que -juran- un auto les cobra por llevarlos de Famaillá a Monteros (unos 16 kilómetros), por esperarlos y por traerlos de regreso. El reclamo porque las futuras autoridades municipales mejoren la atención del hospital y lo provean de insumos monopoliza la respuesta de los famaillenses.

"Falta personal en el hospital y no hay quirófanos; para hacerse una radiografía hay que sacar turnos de una semana a la otra", dice Enrique Girón (60 años). "Se necesitan ambulancias", agrega Víctor Jiménez (64). Estos obreros rurales (Girón es limonero y Jiménez cosecha frutillas) cuentan varios casos de personas que debieron ser trasladadas a Monteros. "Allá es distinto; la atención es buena, y te dan los remedios", afirman.

A algunas cuadras de allí, Silvia Sáenz (29) despliega un montón de juguetes en su puesto de la feria de Famaillá. Acepta la interrupción y contesta: "lo primero que hay que atender es el hospital. El servicio es malo; falta personal, pero por sobre todo falta orden". "Acá todo muy lindo por fuera; pero lo más necesario no tienen. Faltan médicos, faltan enfermeros", añade María Bazán (63), que un par de veces llevó a su marido a Monteros.

Pero no es la mejora del hospital el único punto que aflige a los famaillenses. Afirman que el consumo de alcohol y de droga va subiendo entre los jóvenes y que crece la inseguridad. Sáenz, incluso, se anima a una propuesta concreta: "deberían hacer una escuela especial, llevar a los chicos ahí y hacerlos trabajar en vez de que anden en la calle". Flavia Viera (31) se suma al pedido por más seguridad. "Están robando muchas bicicletas, celulares, zapatillas, plata. No son cosas como asesinatos y eso, pero cada vez hay más delincuencia", cuenta. Cristian Quevedo (24) trabaja en la construcción. Él es otro que pide más seguridad: "en cuanto a obra pública, la cosa ya va encaminada; pero no podés salir tranquilo a la plaza porque te roban". Agrega que hay policías, pero sugiere que deberían estar mejor distribuidos. "Por ahí están dos o tres en una esquina, y están robando en otro lado", explica.

Girón y Jiménez no coinciden con Quevedo en lo que respecta a obra pública. Piden que se atienda seriamente el tema cloacas y desagües pluviales. "Se ven aguas servidas a cielo abierto, y cuando llueve, el centro y otras zonas se convierten en una verdadera laguna", señalan. Y advierten que la edificación de viviendas es otra prioridad.

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