"Votar es una acción política, no biológica"

"Votar es una acción política, no biológica"

No hay voto racional por un lado e irracional por el otro, observa el doctor en Ciencias Políticas Juan Pablo Lichtmajer. Intereses, principios y valores.

13 Agosto 2011
"Votar es una acción política, no biológica u orgánica; es absurdo pensar que hay quienes votan con el estomágo en lugar de hacerlo con la cabeza. Todos usamos la cabeza para votar", enfatiza el doctor en Ciencias Políticas Juan Pablo Litchmajer, tallando en el debate acerca de la racionalidad del voto.

"No hay voto racional y voto irracional. Hay racionalidades que movilizan el voto en distintas direcciones. Tampoco hay voto educado y voto ignorante. Las sociedades más educadas han incurrido en gruesos errores históricos, tanto como sociedades menos educadas. No se trata sólo de educación, sino del tipo de educación. La educación puede promover como puede inhibir la capacidad crítica. No por más educados elegiremos mejor, sino por la capacidad crítica que esa educación nos brinde", añade. Reconoce, sí, que "a mayor información, comparación, evidencia y reflexión, mayor capacidad crítica, mientras que a menor capacidad crítica corresponde un mayor grado de manipulación". "Tradicionalmente -continúa- decimos que el voto se rige por intereses, por principios o por valores, pudiendo estos ser individuales o colectivos. Los intereses refieren a una visión pragmática del voto, los principios a una ideología y los valores a una visión ética o moral. La mayoría de las veces estos tres parámetros aparecen combinados cuando un el ciudadano ejerce su derecho a votar. Ahora bien, en el caso en que un ciudadano vea condicionadas sus posibilidades de ejercer voluntad, por motivos económicos, ideológicos o de género, no se trata de aislarlo del cuerpo político sino de garantizar sus derechos al libre ejercicio de la razón".

Lichtmajer señala que quien vota condicionado lo hace "por distintos motivos y en todas las capas de la sociedad". "Todos tenemos condicionamientos. Sin embargo la democracia exige la garantía de un piso de igualdad en el cual manifestar nuestras elecciones. El ejercicio de la democracia- concluye- presupone variantes muy profundas pero todas ellas racionales; se trata de entender que razones hay en juego; y como decía Pascal, hay razones que no pertenecen a la razón, sino al corazón y ellas también juegan una parte crucial en nuestras decisiones".