El silencio es tan inmenso como los campos que se extienden hasta los cerros. La imponente estructura de la bodega Las arcas de Tolombón sorprende desde la ruta, casi en el límite entre Tucumán y Salta. En el interior, Alejandra Savietto, encargada del laboratorio y de la atención a los visitantes, relata que en agosto saldrá el segundo producto de la firma: un vino reserva que fue estacionado en roble. El que actualmente se puede consumir en Tucumán, en varias ciudades del país e, incluso, en Estados Unidos, es un vino joven que gana cada vez más adeptos.
"Trabajamos con torrontés, cabernet sauvignon y malbec, y es posible que más adelante se incorpore el tannat", explica Savietto. De todos modos, en los viñedos de las fincas también se puede encontrar petit verdot, pinot noir, sauvignon blanc y cabernet franc.
Dentro del edificio es posible apreciar los enormes tanques de fermentación de acero inoxidable. Y en la cava, las barricas de roble francés y americano, y las botellas que están en estiba. Cada una de las 50 barricas posee una capacidad de 225 litros.
El edificio de la bodega está integrado arquitectónicamente al paisaje de la zona. Cada uno de los ladrillos que se utilizó para su construcción fue elaborado en el lugar y los artesanos de Colalao del Valle les estamparon a mano diseños especiales. La orientación de las tres naves de la enorme estructura está inspirada en la arquitectura incaica.