Araca La Cana se presentará esta noche por primera vez en esta ciudad, pero lleva más de 75 carnavales cantando y bailando, al otro lado del charco. Con su nuevo espectáculo, "La menor idea", la murga uruguaya actuará a las 20 en el Teatro Alberdi. "Nosotros nos ponemos la camiseta de la gente", le contesta a LA GACETA el director José María "Catusa" Silva, en un diálogo telefónico, mientras el grupo se preparaba ayer para una función en Jujuy. "Desde que nació esta murga, permanentemente se apostó al tema social. Y es que si bien desde algunos años estamos mejor, hay muchos temas pendientes en Uruguay", sostiene el creador de los textos.
"La menor idea" se presenta como un concierto en dos partes: la primera, con un carnaval, y la segunda, cambio de vestuario incluido, con un hilo conductor latinoamericanista, con canciones propias y no tan propias, preocupadas por la temática social.
"Para nosotros el carnaval es festivo y contestatario; es risa pero también tensión", define "Catusa" Silva que lleva décadas al frente de la agrupación. "Es que Araca La Cana recoge el sentimiento del pueblo, para trasladarlo a sus textos y canciones", añade. "Es fundamental también la puesta en escena, los colores, el canto, la poesía y el baile".
Compromiso
"En el frío invierno de 1934 "los canillitas" del Paso Molino (barrio proletario al oeste de Montevideo), colocaron el corazón como piedra fundamental y dieron vida a Araca la Cana, para luego en febrero de 1935 pedirle permiso a Momo, pintarse la cara de arco iris y darle voz. La agrupación fue creciendo entre aplausos y sueños. Una larga trayectoria donde invariable e incondicionalmente, ha mantenido su canto al servicio del pueblo", se indica en la presentación de la murga. Y "Catusa" Silva no hace más que ratificar ese compromiso, bien que distingue lo social de lo político, cuando se le pregunta.
Silva sabe que la murga hermana Falta y Resto ha estado varias veces en esta ciudad, y minimiza las diferencias cuando se le consulta sobre ellas: "tenemos el mismo concepto de buscar una sociedad mejor, pero agarramos por distintos caminos; te aseguro que en Uruguay no hay dos murgas iguales, y está muy bueno que ello suceda".
"La menor idea" se presenta como un concierto en dos partes: la primera, con un carnaval, y la segunda, cambio de vestuario incluido, con un hilo conductor latinoamericanista, con canciones propias y no tan propias, preocupadas por la temática social.
"Para nosotros el carnaval es festivo y contestatario; es risa pero también tensión", define "Catusa" Silva que lleva décadas al frente de la agrupación. "Es que Araca La Cana recoge el sentimiento del pueblo, para trasladarlo a sus textos y canciones", añade. "Es fundamental también la puesta en escena, los colores, el canto, la poesía y el baile".
Compromiso
"En el frío invierno de 1934 "los canillitas" del Paso Molino (barrio proletario al oeste de Montevideo), colocaron el corazón como piedra fundamental y dieron vida a Araca la Cana, para luego en febrero de 1935 pedirle permiso a Momo, pintarse la cara de arco iris y darle voz. La agrupación fue creciendo entre aplausos y sueños. Una larga trayectoria donde invariable e incondicionalmente, ha mantenido su canto al servicio del pueblo", se indica en la presentación de la murga. Y "Catusa" Silva no hace más que ratificar ese compromiso, bien que distingue lo social de lo político, cuando se le pregunta.
Silva sabe que la murga hermana Falta y Resto ha estado varias veces en esta ciudad, y minimiza las diferencias cuando se le consulta sobre ellas: "tenemos el mismo concepto de buscar una sociedad mejor, pero agarramos por distintos caminos; te aseguro que en Uruguay no hay dos murgas iguales, y está muy bueno que ello suceda".