El Loco y Pampita ya lo están extrañando

El Loco y Pampita ya lo están extrañando

El lunes pasado murió en Londres Carlos Trillo, un maestro de la historieta, género que en medio siglo ha transitado entre la popularidad y el lugar de culto. Autor de historias tan disímiles como "El loco Chávez" y "Cosecha verde" , Trillo navegó con fluidez entre las narraciones con pizca de realismo mágico y las historias de héroes y de antihéroes urbanos que reflejan la identidad del "argentino medio". Aquí, una despedida.

15 Mayo 2011
¿Qué mujer no ha soñado alguna vez con ser como Pampita? ¿Qué varón no ha soñado con ser un tipo ganador, como El loco Chávez? ¿ O el protagonista de un sueño, como aquel señor López que se zambullía en el paraíso y dejaba atrás una rutina gris con solo abrir una puertita? Detrás de esos personajes de ficción que supieron representar el arquetipo del argentino medio está la imaginación de Carlos Trillo, una marca registrada en la historieta argentina (y no solo) que se se despidió de esta tierra hace apenas una semana.

Suerte de homenaje al guionista de tiras como "El loco Chávez" y "Las puertitas del señor López, (ambas con dibujos de Altuna, entre otras tiras memorables) LA GACETA convocó a los artistas tucumanos Bernardo Erlich y César Carrizo a despedir a uno de sus héroes con sus mejores herramientas: la reflexión acerca de cómo los marcó Trillo y sendas viñetas dedicadas al maestro.

"Trillo ha sido uno de los tres guionistas más importantes de la Argentina, junto con Oesterheld, que está desaparecido y con Robin Hood, que es el autor de "Nippur de Lagash y de "Mi novia y yo". Y que, aunque es paraguayo, a su obra la hizo acá, en la editorial Columba. Después está Ricardo Barreiro, que también falleció, y que no fue tan popular como estos tres. Que yo recuerde, Trillo ha sido el primer historietista y guionista argentino en ganar el premio Yellow Kid, que es algo así como el Nobel de la Historieta, en 1978", señala Erlich.

"Ha sido un tipo popular, no tanto como Oesterheld, o como Robin Hood, pero masivo en algunas historietas; aunque mucha gente sabe quien era el loco Chávez, pero pocos saben que tenía guión de Trillo. El ha sido muy ecléctico en sus guiones; hacía historietas con narraciones muy clásicas, paródicas, de aventuras; tenía un registro muy amplio, y sabía elegir muy bien a los dibujantes", añade el artista tucumano que publica sus piezas de humor gráfico en el diario El país de España.

"Ha representado un momento de la historieta argentina, entre los años 70 y los 80, que fue parte de una propuesta de Clarín para renovar la contratapa del diario con historieta nacional que arrancó en el 1975. También ha publicado en Fierro y, cuando en los años 90 se cerró la producción nacional, siguió publicando en Italia y en Francia", destaca el humorista.

Erlich apunta que Trillo "era un tipo muy lúcido, muy claro en su ubicación ideológica y muy sutil en el planteo de la historieta". Sin embargo, enfatiza, sus guiones eran muy asequibles. "En él, el guión está embebido en el dibujo. Tenía una identificación muy fuerte con lo popular desde el punto de vista de la gente común. El Loco era el periodista tipo de los años 70: soltero, ganador con las mujeres. El había planteado una escena que era la redacción de Clarín. Otra historia arquetípica que hemos leído en Humor era "Las puertitas del señor López"", reseña Erlich. "Trillo la valoraba a la historieta como un medio de narración popular; hay un concepto de que la historieta tiene que servir para otros fines. El demostró que la historieta, como género, puede llegar a lo más alto", remarca Erlich.

Mundos extraños

Otro dibujante tucumano, César Carrizo, también lo ubica a Trillo a la cabecera del panteón de los historietistas argentinos. El autor de "Clara de noche", afirma Carrizo, es el segundo guionista argentino más reconocido, después de Oesterheld, el desaparecido creador de El eternauta.

"Entre la gran variedad de personajes que ha creado Trillo, está el de Alvar Mayor (la ciudad de oro de la Patagonia), ambientado en la conquista española, en los primeros tiempos de la colonia, con ilustración de Enrique Breccia. El personaje es una suerte de Robinson Crusoe, el primer blanco en pisar la América ", afirma el dibujante, que a los 12 años, en su Lamadrid natal, cayó seducido por las aventuras en cuadritos que le guiñaban las publicaciones de la entonces editorial Columba. Esas historietas empezaron a salir en Skorpio", recuerda Carrizo. "Fue la primera que yo leí algo de Trillo. Yo aprendí a dibujar leyendo las historietas de Nippur de Laggash, que editaba Columba. Y Trillo ha influido en mí en la manera de narrar las cosas. Va y viene y te lleva por mundos extraños", apunta el presidente de la asociación Dibutopía. Del semillero de historietas que ha dejado Trillo, dice Carrizo que no se le ha hecho justicia a "Cosecha verde", que escribió Trillo con ilustraciones de Mandrafina . "El año pasado estuve en Colombia, y un colega, Werner Walli, me comentó que él le consultó a Trillo de dónde había sacado la historia de Cosecha verde, que para mí es la segunda gran historieta, después de El Eternauta. Es muy poética, muy latinoamericana. Y ahí me entero que Trillo había estado en Colombia, y que él había hecho allí esa suerte de relato de Macondo en historieta. "Cosecha verde" es una obra genial, quizás porque se juntaron dos grosos de la historieta como Mandrafina y Trillo", afirma Carrizo, antes de zambullirse en el homenaje final al maestro, de puño y tinta.

Suerte de homenaje al guionista de tiras como "El loco Chávez" y "Las puertitas del señor López, (ambas con dibujos de Altuna, entre otras tiras memorables) LA GACETA convocó a los artistas tucumanos Bernardo Erlich y César Carrizo a despedir a uno de sus héroes con sus mejores herramientas: la reflexión acerca de cómo los marcó Trillo y sendas viñetas dedicadas al maestro.

"Trillo ha sido uno de los tres guionistas más importantes de la Argentina, junto con Oesterheld, que está desaparecido y con Robin Hood, que es el autor de "Nippur de Lagash y de "Mi novia y yo". Y que, aunque es paraguayo, a su obra la hizo acá, en la editorial Columba. Después está Ricardo Barreiro, que también falleció, y que no fue tan popular como estos tres. Que yo recuerde, Trillo ha sido el primer historietista y guionista argentino en ganar el premio Yellow Kid, que es algo así como el Nobel de la Historieta, en 1978", señala Erlich.

"Ha sido un tipo popular, no tanto como Oesterheld, o como Robin Hood, pero masivo en algunas historietas; aunque mucha gente sabe quien era el loco Chávez, pero pocos saben que tenía guión de Trillo. El ha sido muy ecléctico en sus guiones; hacía historietas con narraciones muy clásicas, paródicas, de aventuras; tenía un registro muy amplio, y sabía elegir muy bien a los dibujantes", añade el artista tucumano que publica sus piezas de humor gráfico en el diario El país de España.

"Ha representado un momento de la historieta argentina, entre los años 70 y los 80, que fue parte de una propuesta de Clarín para renovar la contratapa del diario con historieta nacional que arrancó en el 1975. También ha publicado en Fierro y, cuando en los años 90 se cerró la producción nacional, siguió publicando en Italia y en Francia", destaca el humorista.

Erlich apunta que Trillo "era un tipo muy lúcido, muy claro en su ubicación ideológica y muy sutil en el planteo de la historieta". Sin embargo, enfatiza, sus guiones eran muy asequibles. "En él, el guión está embebido en el dibujo. Tenía una identificación muy fuerte con lo popular desde el punto de vista de la gente común. El Loco era el periodista tipo de los años 70: soltero, ganador con las mujeres. El había planteado una escena que era la redacción de Clarín. Otra historia arquetípica que hemos leído en Humor era "Las puertitas del señor López"", reseña Erlich. "Trillo la valoraba a la historieta como un medio de narración popular; hay un concepto de que la historieta tiene que servir para otros fines. El demostró que la historieta, como género, puede llegar a lo más alto", remarca Erlich.

Mundos extraños

Otro dibujante tucumano, César Carrizo, también lo ubica a Trillo a la cabecera del panteón de los historietistas argentinos. El autor de "Clara de noche", afirma Carrizo, es el segundo guionista argentino más reconocido, después de Oesterheld, el desaparecido creador de El eternauta.

"Entre la gran variedad de personajes que ha creado Trillo, está el de Alvar Mayor (la ciudad de oro de la Patagonia), ambientado en la conquista española, en los primeros tiempos de la colonia, con ilustración de Enrique Breccia. El personaje es una suerte de Robinson Crusoe, el primer blanco en pisar la América ", afirma el dibujante, que a los 12 años, en su Lamadrid natal, cayó seducido por las aventuras en cuadritos que le guiñaban las publicaciones de la entonces editorial Columba. Esas historietas empezaron a salir en Skorpio", recuerda Carrizo. "Fue la primera que yo leí algo de Trillo. Yo aprendí a dibujar leyendo las historietas de Nippur de Laggash, que editaba Columba. Y Trillo ha influido en mí en la manera de narrar las cosas. Va y viene y te lleva por mundos extraños", apunta el presidente de la asociación Dibutopía. Del semillero de historietas que ha dejado Trillo, dice Carrizo que no se le ha hecho justicia a "Cosecha verde", que escribió Trillo con ilustraciones de Mandrafina . "El año pasado estuve en Colombia, y un colega, Werner Walli, me comentó que él le consultó a Trillo de dónde había sacado la historia de Cosecha verde, que para mí es la segunda gran historieta, después de El Eternauta. Es muy poética, muy latinoamericana. Y ahí me entero que Trillo había estado en Colombia, y que él había hecho allí esa suerte de relato de Macondo en historieta. "Cosecha verde" es una obra genial, quizás porque se juntaron dos grosos de la historieta como Mandrafina y Trillo", afirma Carrizo, antes de zambullirse en el homenaje final al maestro, de puño y tinta.

Comentarios