La comunicación secreta entre el lector y el autor

La comunicación secreta entre el lector y el autor

15 Mayo 2011
"El autor y el lector de historieta siempre establecen una comunicación secreta. El lector lee cosas que no están dichas, hay un código. En el caso del "Loco Chávez", en el período de la guerra de Malvinas, habíamos dejado la historia adelantada tres o cuatro meses porque apenas estalla la guerra Altuna se va a vivir a España. Todo lo que estaba hecho, ya estaba hecho. Si embargo, la gente decía "¡aha!... ustedes están queriendo decir de la guerra ésto o aquello". Leían lo que querían y eso es bueno. Las miradas del público acerca de una historia ficcional son libres....porque la guerra no había estallado cuando escribimos la historia. Pero cuando leyeron, había lecturas de esa guerra, contaba Carlos Trillo, en una entrevista que realizada hace una década y que reproduce la revista electrónica Tebeósfera.

Guionista brillante y prolífico, Trillo comenzó su historia profesional en la revista Patoruzú, en la que colaboró entre 1964 y 1968. Después vino la etapa de colaboraciones en la editorial García Ferré, para la cual escribió guiones para Hijitus, Antifaz, Topo Gigio y La Familia Panconara, entre otras series de historietas de ese grupo.

El salto a la modernización llegó en 1972, con el ingreso a Satiricón, la revista de Cascioli y Blota que revolucionó el humor en la Argentina. Esa publicación sería el punto de encuentro con Horacio Altuna, con quien trabajó en 1975, en la revista Mengano. Entre 1977 y 1982, con Enrique Breccia, escribió Alvar Mayor, publicada íntegramente en Skorpio.

En 1975, también con Altuna, vendrían El Loco Chávez, Las puertitas del Señor López (en El Péndulo primero y después en Humor). Luego vendrían "El último recreo", "El Negro Blanco", junto a Ernesto García Seijas, y "Clara de Noche", con Jordi Bennet, y la obras teórica sobre la historieta con Guillermo Saccomanno , entre otras huellas que delatan a un artista incansable.

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