Según el Iaraf, Tucumán tiene una autonomía fiscal media baja

Según el Iaraf, Tucumán tiene una autonomía fiscal media baja

El indicador surge de comparar la incidencia de los recursos provinciales respecto de las transferencias totales de fondos que hace la Nación.

30 Abril 2011
Existe consenso respecto de que un indicador de autonomía provincial en materia fiscal debiera incluir la totalidad de recursos fiscales (tributarios y no tributarios), tanto los generados por cada jurisdicción como los recibidos de parte del gobierno federal. Esto implica sumar los componentes tributarios del financiamiento provincial (recaudación y coparticipación federal) con el resto de recursos que no presentan las características de automaticidad e institucionalidad de los mismos, como por ejemplo las transferencias no automáticas provenientes de la Nación para llevar a cabo una determinada obra pública, o los ingresos por venta de activos físicos de propiedad de los gobiernos provinciales.

De acuerdo a lo expuesto, se puede definir un indicador de autonomía fiscal como el resultado del cociente entre los recursos propios de cada jurisdicción y sus ingresos totales, señala un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

Concretamente, se evalúa, de cada $ 100 de ingresos totales provinciales, cuántos fueron generados por todo concepto en cada provincia (claramente, el complemento lo constituyen los fondos enviados por la nación).

Al analizar el comportamiento del valor absoluto del índice de cada jurisdicción, parece razonable dividirlas en grupos de acuerdo al grado de autonomía que presenten:

Grupo de mayor autonomía: las provincias cuyo índice de autonomía fiscal supera el 50%.

Grupo de autonomía media alta: cuando el índice de autonomía se encuentra entre 30% y 50%.

Grupo de autonomía media baja: el índice de autonomía fiscal se encuentra entre 20% y 30%.

Grupo de bajo autonomía: cuando el índice de autonomía fiscal resulta inferior al 20%.

Según Iaraf, y tomando datos absolutos de 2009, sólo cinco de las 24 jurisdicciones obtienen más de la mitad de sus ingresos de fuentes propias. Seis pertenecen al grupo de autonomía media alta y por lo tanto generan por sí mismas entre 30% y el 50% de sus recursos totales. El mismo número de jurisdicciones constituye el grupo de las de autonomía media baja, y las restantes siete obtienen más del 80% de sus ingresos de fuentes que no son de origen provincial.

Así por ejemplo, durante 2009, en la Ciudad de Buenos Aires $ 88,30 de cada $ 100 se originaron como recaudación propia, mientras que en Formosa esta relación fue significativamente inferior e igual a $ 7,20 por cada $ 100 del total de ingresos que obtuvo la provincia para enfrentar sus gastos. Dada la manera en que se definió el índice, la diferencia entre lo generado dentro de la provincia y lo total proviene de la Nación. Así por ejemplo, para el caso de la provincia de Formosa, $ 80,10 fueron enviados en concepto de transferencias automáticas, y $ 12,70 por fuera del sistema de reparto.

¿Qué sucede con Tucumán? De acuerdo con el informe del instituto que dirige el economista cordobés, Nadin Argañaraz, por cada $ 100 de ingresos, $ 25,30 son de origen provincial. Esta situación la ubica entre los distritos con una autonomía media baja, junto con Salta ($ 27), Entre Ríos ($ 23,40), San Luis ($ 22,50), Catamarca ($ 21,60) y Misiones ($ 21,30). Además de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las de mayor autonomía son Neuquén ($ 73 por cada $ 100 provienen de ingresos provinciales), Chubut ($ 60,80), Buenos Aires (50,80) y Santa Cruz ($ 50,60). En el otro extremo, las de baja autonomía, además de Formosa, se ubican La Rioja ($ 8,90), Jujuy ($ 9,90), Santiago del Estero ($ 10,20), Chaco ($ 10,80), Corrientes ($ 13,60) y San Juan ($ 19).

En los últimos siete años, el indicador de autonomía del consolidado provincial pasó de un 47% en 2003 a un 41% en 2009. En el mismo período la recaudación propia provincial creció a una tasa del 25% anual promedio, los envíos por coparticipación federal a un ritmo promedio anual del 26%. Sin embargo, las transferencias nacionales no automáticas crecieron a un ritmo promedio anual del 42%, generando una disminución relativa aún mayor del grado de autonomía provincial, indica el Iaraf.

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