Por José Eduardo Juliá
Ingeniero Geodesta (UNT)
En la rememoración de los días pioneros de la primera computadora de nuestra Facultad es casi imposible no evocar las figuras del profesor Raúl Ernesto Luccioni y de Eduardo Epstein. En 1965, Luccioni asume como Director del Centro de Cómputos de Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología y continúa en esas funciones después de la transformación de ese Centro en el Departamento de Computación de la UNT. Sus nuevas funciones le exigieron mucho tiempo, especialmente cuando tuvo que diseñar el Sistema de Sueldos en la vieja IBM 1620, que por ser totalmente inapropiada para sistemas administrativos, implicó un ingente esfuerzo en programación. Otro trabajo ímprobo fue el que tuvo en 1980 para poner en funcionamiento la flamante VAX 11/780 y programar un nuevo sistema. Pese a las apremiantes tareas del Departamento de Computación, no olvidó sus raíces y continuó dictando las asignaturas "Fundamentos de la Matemática" y "Topología".
En cuanto a Epstein, era un joven licenciado en Matemáticas, muy inteligente, aficionado a la música clásica y dotado de un gran sentido del humor. Además de su trabajo en el centro de cómputos trabajaba en la cátedra de Álgebra. Era muy popular entre los estudiantes, cuyas consultas atendía con infinita paciencia en los pequeños huecos de tiempo que le permitían sus tareas en la "Dora" (así se refería él siempre que hablaba de la computadora). Después de evacuar las consultas, solía divertir a los estudiantes mostrándoles algunas de las cosas que él le hacía hacer a la Dora. En una época en la que no poca gente pensaba -equivocada, naturalmente- que la computadora podía "pensar", los estudiantes quedaban maravillados cuando Eduardo hacía que la Dora ejecutara música, o cuando le ingresaba preguntas por la máquina de escribir a las cuales esa misma máquina, escribiendo automáticamente, casi diabólicamente, respondía con respuestas hilarantes. El profesor Epstein, que ya falleció, dejó su trabajo en el centro de cómputos en 1973.