Las revueltas populares y el temor del autoritarismo

Análisis. Chrystia Freeland - Columnista de Reuters.

04 Febrero 2011
Han sido un par de malas semanas para lo que Vitali Silitski, un politólogo, llama el Autoritario Internacional. Las revueltas en Egipto y Túnez han perturbado a los gobernantes no electos en el mundo. Si uno fuese un dictador, lo que más temor da del levantamiento de Egipto es lo inesperado. Mohamed El-Erian, presidente ejecutivo de Pimco es un experto en mercados emergentes, donde el cambio de régimen es usual, y pasó la Navidad con su familia en Egipto. Pero, como todo el mundo, también se sorprendió. "Estos procesos no son lineales. No pasa nada, no pasa nada, no pasa nada y no pasa nada, y luego pasa todo. Las protestas se adelantan a los actores políticos tanto en Egipto como en Occidente", dijo El-Erian. La lección es que los regímenes autoritarios más frágiles no son necesariamente lo más pobres. Con frecuencia son aquellos en los que la economía tiene un desempeño razonablemente bueno, pero donde los ingresos son repartidos de forma desigual. La parte más difícil de derrocar a regímenes autoritarios es con frecuencia el día después. "Si uno mira las transiciones más exitosas -Polonia, México, Taiwán- han sido largos recorridos", dijo Lucan Way, un politólogo de la Universidad de Toronto. Silitski comenta que el Autoritario Internacional fue envalentonado por los decepcionantes desempeños de los gobiernos instalados por las revueltas en Georgia, en Ucrania y en Kirguiztán. Tal vez ahora se necesitaría la Democracia Internacional para prevenir un similar decepcionante segundo acto en el mundo árabe.

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